No siempre tienes comodidad
Ni tampoco los lujos
Un día duermes en una cama de plaza, donde te estiras sin pensar. Al otro en un sofá aconcojado junto con alguien.
Llegas a tener el celular último modelo con todas sus funciones. Al siguiente tienes un 1100 que no se oye ni al hablar.
Tienes el refrigerador lleno de comida que no le entra ni una manzana . Al otro no tienes ni una pepa de ajo.
Llegas a ponerte joyas lujosas y costosas que brillan con intensidad. Al siguiente llevas aretes de 50 centavos.
No olvides llegar lejos, recordando siempre ser humilde. Porque sé voltea la página, no siempre hay y no siempre falta.
OPINIONES Y COMENTARIOS