Cómo encender un fuego

La cosa humana, lo descubrió por casualidad. Al despertar borracha luego de que esa manzana hubiera caído en el vómito newtoniano varias veces. Y luego, con la sed ardida, ver llamas donde había matorral seco. Sentir que el aire se acaba, el calor nos vuelve la carne apetecible y la otredad es comensal o presa.

El fuego fue darse la voluntad. Pero tampoco tiene leyenda que entusiasme. Toda combustión se oculta, toda fogata es pudor.

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