COMENTARIO CRITICO

COMENTARIO CRITICO

Jordi Vásquez

09/07/2025

La ciudad y los perros: Una denuncia literaria contra la opresión y la deshumanización del poder

Por Tongo Cercado Enjher y Vásquez Julca Jordi Aderson

¿De qué manera una novela puede convertirse en un arma contra los abusos del poder? Pues claramente la respuesta es sí y ¿Cómo? Pues eso lo veremos a continuación. La literatura, a menudo, se erige como un potente megáfono contra la opresión, y un claro ejemplo de ello es Mario Vargas Llosa. Nacido en Arequipa, Perú, un 28 de marzo1936, este honorable escritor nos entregó en el año 1963 su ópera prima, «La ciudad y los perros». Esta novela, ambientada en el rígido y asfixiante ambiente del Colegio Militar Leoncio Prado, nos sumerge en las vidas de jóvenes cadetes sometidos a una disciplina brutal y a códigos de honor distorsionados. A través de sus páginas, Vargas Llosa no solo teje una trama compleja y narra una simple historia, sino que expone con cruda realidad cómo el poder opresivo anula la libertad, utilizando su novela como una poderosa denuncia social y política, y es que no podríamos esperar tan poco de alguien que hoy en día está dentro del podio de los mejores escritores a nivel mundial.

Argumentos:

En «La ciudad y los perros», Vargas Llosa permite que estemos dentro de un ambiente donde la supervivencia está intrínsecamente ligada a la violencia. La escalofriante frase «Todo el mundo sabe que tienes miedo. O comes o te comen, no hay más remedio» (Vargas Llosa, 1963, p. [página]) encapsula la lógica implacable que rige el Colegio Militar Leoncio Prado. Esta frase no solo revela la brutalidad del entorno, sino que también subraya cómo este impone una lógica violenta como única forma de subsistencia. Los cadetes aprenden que la debilidad es sinónimo de vulnerabilidad, y que la única manera de evitar ser devorado por el sistema es adoptando sus mismos métodos agresivos. Además, evidenciamos una crítica profunda a la masculinidad tóxica en contextos militarizados. Los jóvenes son forzados a reprimir cualquier muestra de sensibilidad o compasión, adoptando una imagen de dureza y agresividad solo por encajar y sobrevivir. La obra, como bien señala Delgado del Águila (2022), «moldea subjetividades mediante el miedo y la obediencia», quitando la esencia humana de los individuos y moldeándolos de manera opresiva. En este sentido, la novela no solo denuncia la violencia física, sino también la violencia psicológica que corrompe la identidad de sus personajes. El autor critica así los modelos de poder basados en la fuerza, aquellos que no buscan el desarrollo individual, sino la sumisión y la anulación de la libertad. Con lo visto nos preguntamos ¿Hasta dónde los entornos autoritarios afectan la identidad?

Si nos sumergimos en la psique de sus personajes, donde el miedo no es solo una reacción a la brutalidad externa, sino una condición arraigada en su ser. La contundente frase «Era el miedo lo que erizaba su piel« (Vargas Llosa, 1963, p. [página]) nos da a entender cómo el temor, más allá de las condiciones externas, se convierte en una experiencia interna que domina a los cadetes. Aquí, el miedo no es solo una consecuencia de la opresión, sino un motor que los impulsa y los consume, demostrando que el “miedo interno” puede superar las condiciones externas en su capacidad para paralizar y transformar al individuo. El Colegio Militar Leoncio Prado no es meramente un escenario; es un catalizador y un amplificador de las emociones de sus habitantes. Tal como lo expresan Canchari (2024): «El espacio funciona como extensión del trauma», lo que significa que el ambiente no solo es un telón de fondo, sino un agente activo que intensifica la dimensión emocional de la novela. Analizados estos puntos nos hemos dado cuenta de que una respuesta adecuada a la siguiente pregunta ¿Influye el entorno en nuestras emociones? Es indudablemente si y de manera muy profunda.

Hasta el momento hemos observado mucha crudeza, pero como seres humanos debemos considerar que aún existe un tenue hilo de esperanza que Delgado del Águila (2022) identifica al decir: «El amor como la fuerza capaz de vencer el odio.» Esta perspectiva, presente sutilmente en la narrativa de la novela, nos invita a plantear una alternativa ética a la violencia imperante. En medio de un ambiente donde la brutalidad y la opresión parecen las únicas salidas, la mera posibilidad del amor entendido no solo como afecto romántico, sino como compasión, lealtad y conexión humana genuina se alza como un contrapunto esencial. Vargas Llosa, con su crudeza narrativa, potencia el contraste con el idealismo presentado anteriormente en el pensamiento de Delgado del Águila. La novela, al mostrarnos la deshumanización a la que conduce la violencia, paradójicamente, nos impulsa a buscar soluciones. Esta búsqueda va de la mano con la reflexión de Sánchez Fernández (2020), quien afirma que «el lector debe imaginar caminos hacia la justicia.» Es decir, la obra no nos ofrece soluciones explícitas, sino que nos desafía a buscar caminos para concebir un mundo donde prevalezcan principios éticos que puedan atacar al poder opresivo, es decir debemos buscar una transformación desde la no violencia que será posible si elegimos creer en la justicia, la esperanza y la ética humana para abrir un camino hacia un mundo mejor.

Conclusión:

Concluimos que esta obra maestra nos ha mostrado cómo el poder opresivo y la violencia impactan profundamente en la juventud. A lo largo de sus páginas, Vargas Llosa no solo nos sumerge en la brutalidad de un sistema militarizado, sino que también nos confronta con sus devastadoras consecuencias. Hemos visto cómo la novela denuncia la masculinidad tóxica impuesta como un código de conducta que anula la sensibilidad y fomenta la agresión como única opción de supervivencia. Asimismo, la obra refleja el miedo interno generado por el entorno, un temor que se arraiga en la psique de los personajes, superando incluso a las amenazas externas y moldeando su identidad.

Finalmente, nos damos cuenta de que la cruda realidad que se presenta en, «La ciudad y los perros», invita al lector a reflexionar sobre la posibilidad de alternativas éticas y la búsqueda de la justicia en un mundo dominado por la fuerza. En este sentido no es solo hemos tenido un encuentro con una gran obra literaria, sino que hemos vivido una experiencia transformadora. Esta novela promueve cuestionamientos profundos a los modelos autoritarios, animándonos a examinar críticamente las estructuras de poder en nuestra sociedad y a buscar caminos hacia una convivencia más justa y humana.

Vargas Llosa, M.
(1963). La ciudad y los perros. Editorial Seix Barral.

Seix Barral

Delgado del Águila, R.
(2022). La subjetividad y el miedo en la narrativa militarizada de Vargas Llosa. Revista Peruana de Literatura Contemporánea, 18(2), 45–60

https://philarchive.org/rec/AGUECD-6

Sánchez Fernández, L.
(2020). Ética y violencia en la literatura latinoamericana del siglo XX. Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

https://www.iifilologicas.unam.mx/bibliotecaiifl/index.php?page=recursos-en-linea-libros-digitales

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