Y fue en aquel sillon plomo de tres plazas donde me bebi el nectar más dulce hallado entre tus piernas, donde volé y cumpli mis mas prohibidos deseos…

Sí, fue el descubrimiento de un nuevo sol, de una nueva luna, de un nuevo mundo…

Tus pechos como dos alfileres, que al tocarlos se clavaban en mis manos, eran el punto de inicio de tu cuerpo, de aquel placer que fue unirnos en un solo aliento.

El claro rosado de tus pezones fue la locura de mis besos; lamer, morder, acariciar esos infinitos «secretos» fueron como el día en que percibí la frecura de tus besos, al besar tu cuello se ponian firmes, erectos como aquel día de nuestro primer encuentro. ¿Quién no desearia tenerlos entre sus dedos?. Fué el inicio del sueño de aquel poeta que se enamoró de la nieve que era una llamarada, su cuerpo, sus besos, sus ojos, ella llevó acabó su fantasía y yo solo cogí con la musa de mis versos.

Recorrer desde el cuello bajando por tu espalda y llegando a tu cola, fue hacer un recorrido de placer, fue descubrir el secreto de Eros y abrir las puertas del infierno; porque perderme entre tu cola y llegar al clitoris corriente de la princesa fue hacer arder las llamas del infierno y al mirar tus ojos bellos me sentí en el cielo; mi cielo infernal, tus ojos claros tu cuerpo bello; el rosado en su esplendor, el más dulce sabor que jamas he bebido, que jamás he probado, tus fluidos eran el primer vaso de agua en el desierto…y que hablar del sexo oral, fue perderme en tu piel como un vagabundo en su interminable ruta, recorrer mi lengua por todo tu cuerpo fue el placer, el poeta recorriendo a su verso.

Pero ponerte en 4 perderme en tu cola y penetrarte como un loco como un potro a su yegua, fue el mejor verso que no solo he recitado sino que he plasmado porque estar entre esas dos montañas que al abrirlas no dejaban el sueño sin hacerlo realidad, fue mi mayor satisfacción mi deseo y escuchar el gemido de mi diosa y mirar su mirar desorbitado en aquel sillón desolado; fue la lujuria hecha alegría…penetrarte hacerte mia fue el epilogó que concretó el poeta y se llevó en su piel impregnado el sabor de su doncella.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS