Cansada del desprecio propio, cada persona se quema viendo las cenizas de sus propios cigarros desvanecidos entre los dedos, prendiendo el siguiente antes de depositar la colilla en el cenicero. El dolor de ver ojos que nos hablan por esperar tener menos frío en las noches. ¿Quiénes son tus amigos de verdad? En la disyuntiva de dejarme usar por placer y estar agotada del mismo baile. Todos somos diferentes y sin embargo nos esforzamos tanto por actuar similar; ya ni hablar de tus oscuridades se siente tan especial, cuando todos estamos masacrados bajo el mismo sistema de opresión emocional. ¿Cómo ignoran con tanto énfasis que todo está podrido, de donde sacan esa energía cuando yo necesito pastillas para levantarme de la cama?
Hombros caídos y los dientes amarillos de tapar vacíos, descubriendo a los demás sin darme el tiempo de ver que hay debajo mi propia apatía. ¿Tan agonizante es el ser en mi interior que me esfuerzo eternamente por no juntarnos a tomar un té? ¿Cómo no se nos cae la cara cuando rogamos ser queridos sin tener la capacidad de mirarnos primero? sin filtros, sin rutina arrolladora, solo un alma vacía tratando de ubicar donde se encuentra su dolor.
Suena el tic del celular y un espasmo recorre mi espalda, se tensan mis músculos, mis dedos se congelan y mi mirada involuntariamente busca dopamina a falta de la oxitocina de tus brazos. Tan rota que mis lagrimas se pierden de camino a mis ojos, y todavía no me tome el tiempo de asfaltar el camino en oro.
Tengo que conectarme con mi cuerpo, mis traumas, para aliviar el estrés y dejar de canalizarlos por mi piel, generando estrías del esfuerzo por no caer. Pero despues de tratar tanto tiempo la idea y necesidad recién me cuento que regalarlo por migajas no es la manera de entenderlo y darle el espacio de sufrir. “Si no te podés dar el tiempo para respirar 4 exhalaciones profundas ¿no creer que lo estas sobreexigiendo?” Entre palpitares y tics mi cuerpo me pide por favor ser escuchado y yo lo acallo llenándolo con tu tacto. Escuchame, basta de darme sombras y brindame un abrazo sincero.
Sentir en el cuerpo, aliviar el cuerpo, reclinar el cuerpo y respirar, mantra sagrado que me permite escuchar los susurros de rabia y deslizar un perdón.
Dudando de a quién le importo y quién esta cuando lo necesite.
¿Soy más fuerte de lo que creo o me creen mas fuerte de lo que soy? A veces solo quiero hacerme un ovillo de lana y derretirme en mi propia suavidad, pero ya la gasté enredando tu pelo entre mis dedos. Sigo corriendo contra el miedo de caerme y no levantar. “Solo quiero paz, y me da miedo cuando siento eso” te entiendo, mas de lo que me gustaría, y se que cualquier mejora que encontremos es un placebo momentáneo. El amargor pasando por la garganta, opacado con coca para estar un día más en un mundo de mierda donde yo no pedí estar. ¿por qué abandonar la partida que me obligaron a jugar esta tan mal pero mantenerme girando en tu rueda es de lo más normal? Mientras todo cae en este sistema maldito nos obligan a resistir cuando todo es basura, oxidado, corroído; no hay donde pisar sin encontrar arena movediza. Pero ni se te ocurra parar, corre, corre mas rápido! Que sino te alcanza, la realidad, estas en la mierda y toda tu vida solo va a ser un intento por escapar.
Escribir hasta cansarme, descargarme, no curarme.
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