Carta Tímida

Hoy no diré tu nombre, lo guardaré en secreto para que la noche no te condene, te preguntarás porqué?…Hoy tengo ganas de tenerte aquí para reprochar…¡ cuan cobarde has sido!, pero a la vez tienes un corazón tan solidario, tan triste y tan falta de amor que dan suspiros al alma…¿porqué tienes miedo de mí?, son preguntas que hago a cada instante y no puedo entender como puedes hablar largas horas transportándome a nubes del deseo, pero lo haces a través de un teléfono, porque no eres capaz de estar conmigo para hacer lo que mueres por hacer.

Eres único, pero insuficiente para amarte, aunque reconozco que sudan mis manos cuando abro la aplicación y puedo ver de alguna manera, dejar tus huellas en algún like escondido entre tantos.

¡Me encanta sentir tu voz!, cuando me ayudas a ser mejor en lo que me gusta, pero no logro entender nuevamente, como no te acercas a mi para concretar esa noche que tanto describes y yo, ansiosa que llegue pronto.

Sé que tienes miedo de mí, sé que no sabes que hacer con tus sentimientos, pero deja decirte que yo sé manejarme en distancias cortas.

No temas a que me convierta en tu piso sólido, pero deja también que tus manos tomen las mías con frescura y calidez.

Eres bueno en lo que haces y ¡eres malo !en lo que Tú quieres para tu propia felicidad.

Tantas tardes siendo amigos y sin pensar, sin ver mas allá, lograste penetrar mis pensamientos e instalarte ahí, pero tu timidez al fracaso no te deja respirar ni ver el dolor del amor , es el mejor de todos, porque de tocar las lágrimas, estas te levantan como águila sobre colinas altas buscando nuevamente el sol que ilumina cada vez mas radiante… o quizás pienses ¿que no es necesario sufrir?, solo te pido que dejes tu terror a equivocarte, ¡experimenta lo que te puede dar valor¡.

Deja el universo de los mensajes, deja que tus deseos no sean solo sueños en tu mente…atraviesa esa puerta y prueba la inmensidad de la luz o la tristeza de las tinieblas, pero cualquier cosa de las dos, puede producir en ti, un regalo a tu historia que has dejado encadenada solo por miedo a despertar llorando.

No  diré nada mas esta noche estrellada, solo abre la puerta con tu mano derecha, porque la llave está colgando del aparador que cruza mi ventana para llegar a aquella que te puede dar alas de libertad en un mundo sin condición ni pretensión…

atte. tu.