Carta para Atilio

Carta para Atilio

Valen

07/08/2025

Querido Atilio:

Hace poco encontré una carta que escribiste en julio de 2007. Estaba dirigida a mi bisabuela Nelly. La guardó con cuidado, como se guardan las cosas que importan, las que consuelan. Junto a ella estaba tu libro Agua Clara con muchos autores , y leerlo fue como abrir una puerta hacia algo que no sabía que necesitaba encontrar.

En tu carta le agradecías sus palabras y le contabas que tu libro había nacido del dolor por la pérdida de tu madre. Lo escribiste, dijiste, para sanar un poco. Y aunque esa carta no era para mí, sentí que también me hablaba. La voz que usaste, el modo en que nombraste la tristeza, la forma en que compartiste tu mundo… todo eso llegó hasta mí, tantos años después.

Tu libro me conmovió profundamente. En cada cuento y en cada poema sentí algo muy verdadero, algo que no se disfraza. Hablás de la ausencia, del recuerdo, de lo que duele y de lo que queda. Y lo hacés con palabras simples, pero llenas de peso. Sin buscar adornos innecesarios, lográs algo que es difícil: que uno se sienta acompañado mientras lee.

Yo no conocí a tu mamá, tampoco recuerdo demasiado a Nelly, pero entre tus palabras y lo que ellas compartieron se armó un puente. Y por ese puente llegué yo. Me encontré leyendo un libro que no fue escrito para mí, y sin embargo me habló. Me hizo pensar en mis propios duelos, en lo que también yo necesito poner en palabras para no olvidar.

Quería escribirte para agradecerte. Por tu generosidad. Por haber escrito desde un lugar tan honesto. Por haber compartido algo tan personal con alguien más. Y por haber dejado que eso viaje, que se guarde, que vuelva a aparecer en las manos de otra persona, mucho tiempo después.

No sé si imaginaste que esa carta, ese libro, seguirían teniendo vida tantos años después. Pero lo hacen. Todavía tocan, todavía llegan.

Con gratitud y mucho afecto,

Valentina López

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS