Carta a mi cielo

Carta a mi cielo

Ale García

30/06/2022

Prologo

– ¿Ya vamos a iniciar?

Exclamo un poco cansado de todo, pero aun así con las ganas de siempre, con aquel sentimiento que casi como si fuera un milagro, hace que siga de pie

– Claro, por favor preséntese y cuéntenos todo, nosotros no interviniéremos a menos que usted desee

Dijo uno de los chicos que estaba dirigiendo la entrevista

– Me llamo Lucas Can Salazar, soy nacido en Tizimín, Yucatán pero los primeros 8 años de mi vida los viví ahí, pero cuando falleció mi mama nos fuimos a vivir a Chetumal, quintana roo, ahí viví al menos hasta que cumplí 14, cuando… paso algo y me mandaron a la ciudad de México a vivir con una tía y desde ese entonces he vivido aquí. Soy Lic. en derecho egresado de la universidad nacional autónoma de México y soy un activo defensor de los derechos LGBTIQ+. Algunos años cuando estaba joven estuve trabajando como productor, bastante amateur la verdad, pero fue bastante divertido. Me gusta oír un poco de todo, puedo estar escuchando a Chopin y después escuchar a Twice. Es lo que necesitan saber de mi, no he cambiado mucho desde la prepa y si lo hice, les contare el por que, pero bueno, permítanme contarles como fue que empezó por segunda vez mi vida.

Capitulo 1: Primera impresión

Para un mayor disfrute de este capitulo, escuche las siguientes canciones.
* I love you so – The walters
* Juliet – Cavetown
* In spite of all the danger – The Quarrymen
* Middle – Dj snake ft. Bipolar sunshine

No influyen en la historia como tal, simplemente son canciones que escuche mientras escribía esto y también pequeñas recomendaciones de música nueva para los lectores.
También quisiera aclara que es mi primer proyecto, así que probablemente tenga errores.

Un día cualquiera simplemente me levante y seguí mi rutina: Quedarme sentado unos minutos en mi cama para superar el trauma de haberme despertado, darme un baño (a veces la vario haciéndome una paja), me visto con un pantalón de mezclilla, unas calcetas y unos vans que me compre en el tianguis de la more por ahí de Iztacalco o Iztapalapa, agarrar mi mochila y salirme de mi casa para agarrar rápido un pesero que me deje en el CCH de Naucalpan. Pero, ese día fue un poco diferente, mas que nada por que ese día si me detuve a preparar mas mis cosas, organice bien mi mochila y (aunque conserve mi pantalón de mezclilla) planche una camisa que pensaba que ya no me quedaba, puesto que ya hacia varias lunas no la usaba, pero, afortunadamente aun me quedaba; para coronar, simplemente me peine por una vez y me puse una corbata linda que alguna vez me regalaron. Ya estaba en el pesero y todo transcurría normal, escuchaba música solo con audífono puesto por si se subía algún chaca o algo para guardar mis cosas en chinga, pero, no se subió un cholo que se avienta su clásico spot de que perfectamente nos podría estar asaltando, se había subido un chico, un chico que jamás había visto. Aunque llevara poco mas de un año viviendo aquí en México, ya conocía a toda la gente que tomaba regularmente esta ruta, pero aquel chavo era diferente. Era algo alto, no tanto para los demás, así a ojo de buen cubero media unos 170 cm (para mi si es alto, por que con trabajo y mido 158 cm), tenia un outfit bastante común, un pantalón de mezclilla (cada vez armo mas la teoría de que el pantalón de mezclilla es de los mejores inventos que se han hecho en la historia de la humanidad), una playera tipo polo y unos tenis cualquiera de color rojo. Su pelo era castaño pero las raíces estaban decoloradas y lo traía recogido pero dejando un mechón por enfrente; ojos color negro que transmitían las de ganas de vivir que a mi me faltan, no tenia las ojeras tan marcadas como yo, cara que no había sido tan maldecida por el acné, nariz un poco chata pero común y un único arete en su oreja derecha de una figura que no reconocía por su lejanía (la verdad al principio pensé que era un mirrey cualquiera). Al principio me quede como tonto viéndolo, pero no pasaron segundos para que reaccionara y voltee a la ventana (sonrojado por la vergüenza), quería que se sentara al lado mío, pero a la vez no, eso solo pasa en películas o series de Netflix, pero (me gusta mucho la palabra «pero», es tan, no se), como por pinche conveniencia del guion, se sentó al lado mío. Como alguna vez alguien dijo «la realidad supera a la ficción»

– Hola

Exclamo con un tono jovial y una sonrisa natural. De igual forma le devolví el saludo pero con un tono un poco mas vivo para no parecer TAN emo.

– Soy Félix, y tu?

– Lucas, un gusto

Exclame con una ligera sonrisa, para después quitarme mis auriculares, apagar mi música y guardar mi teléfono y estrechar su mano. La platica que tuvimos se extendió un rato. Básicamente la platica fue bastante común, pero a la vez había algo diferente, pero no se el que la verdad. En aquella platica me conto que tenia 16 años, estudiaba en el mismo CCH que yo, solo que había regresado de una baja temporal por que había tenido problemas en el corazón pero que ya había recuperado; el si era de México, aunque me conto que su abuelo materno era sobreviviente del holocausto; le gustaba bastante el K-pop, le gustaba también jugar futbol, pero que eso no me hiciera pensar que era hetero, lo cual me dejo pensando pero solo me reí con el, le pregunte si era parte de la comunidad, me dijo que si, que era gay; le conté que yo también y dije «twins» y nos reímos de nuevo. De ahí la platica simplemente fueron cosas sin sentido, pero la verdad me pude expresar tranquilo, aunque a veces se me salía un poco mi acento y palabras en maya, nunca se rio y siempre mantuvo una felicidad autentica, la cual me pudo transmitir. La platico siguió por un rato bastante largo, tanto que acabamos en Satélite, casi llegando a Tlalnepantla, sinceramente de los mejores días de mi vida hasta ese momento.

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