Carta 2: Indiferente

Carta 2: Indiferente

Hunter Gamma

04/05/2025

Solía creer que cuando mi madre falleciera no me dolería, por que la odiaba, me hacia a la idea, no festejaría, solo vería su cajón sin expresión mas que la de respeto por los que lloraban.

Eso solía creer, solía creer que eso me hacia superior, por que no seria un hipócrita que a pesar de los daños que su madre le ah hecho, la extrañaría.

Mi abuela materna murió hace ya unos 15 años por ahí, no recuerdo, no me importa, no recuerdo Ni siquiera su nombre, mi único recuerdo de ella es como me bañaba en una ducha cuyo piso era de pequeñas piedritas que lastimaban mis pies con callos, y como una vez le gane en un juego de dados, en su funeral llore, llore por que era apenas un niño y el ambiente me decía que tenia que llorar, pero yo a ella no la conocía de nada.

cuando mi mascota, Kira, fue atropellada por una moto al salir a jugar con la mascota de mi prima, quede devastado, llore, obvio que si, me queda el recuerdo aun de aquel día de como al llegar a casa donde se encontraba mi mamá que no había salido con mi papá y el parasito, estaba haciendo un collar para nuestra mascota, odio la creencia del destino, pero si existe, es cruel. a esa mascota si le tenia un genuino amor, hasta me atreví a decirle a mi mamá en mi ingenuidad que ella lloro demasiado por la muerte de mi abuela, y ella me hecho en cara que yo llore mucho mas por la muerte de Kira.

mi tia, la hermana de mi mamá, no era alguien que odiara realmente, la quería, pero un fallo cardiaco en épocas de Covid causo su muerte, justo en un día de reunión familiar donde mi abuelo un par de horas antes se me quedo al lado y me dijo «hay que valorar la vida por que uno no sabe cuando se puede morir», o algo así, ya no me acuerdo. Horas después, anunciaron la muerte de mi tia, ni siquiera sabia que tenia que consolar a mi mamá y abrazarla, lo hize por que me lo dijeron, pero cuando nos reunimos en otra casa como pudimos, vi a todos llorando, yo no odiaba a esa señora… pero me dio igual.

mi abuela paterna, a ella si la odiaba, siempre mostro un mayor afecto al primo de los tíos ricos, me contendré de dar una mayor explicación por que aun me hierve la sangre de pensar en su mirada fría, los ancianos que fueron malos en el pasado, solo se vuelven buenos al sentir que su final esta cerca. ella murió, mi papá me llamo… podría extenderme tanto aquí, pero puedo mencionar que la adultez es horrible, alguien muere, el primer día lloras, en la semana lagrimeas, en el mes piensas en el o la fallecid@, al año… algo habrá cambiado? supongo que eso te distingue como una persona relevante en la vida de los demás, en el funeral de mi abuela, incluso el parasito soltó una lagrima, yo no pude evitar irme temprano en el funeral y en la cremación mirar sin importancia, a la hora de tratar de subir los ánimos comimos un raspado, mi lengua se puso roja y me encerré en el baño, mi mayor recuerdo del día después de la muerte de mi abuela es tomarme una foto exagerando una mueca con la lengua roja.

Mi abuelo materno, a este si me le sabia el nombre… pobre viejo, cada día siento un conflicto con el, es lo único que me ata al pensamiento de que aun tengo interés en los muertos, abre sido un buen nieto? el vivió conmigo y mi mamá un buen tiempo, abre sido un buen nieto? los malos recuerdos como los buenos se me vienen a la mente, pero soy capaz de recordar los aburridos, hablaba y hablaba, me cansaba, a veces la idea de haber sido un buen nieto me va y me viene, por que en su funeral fue así, solo fui a decir «Pobre abuelito» mientras casi me dormí en medio del velorio por la oracion del padre.

Pero ahora tengo otro sentimiento, el cual es miedo, estos meses… quizás años, eh aprendido un poco a amar a mi familia, amigos y pareja… pero mas que nada a mi familia a quien en unos inicios deseaba ver muerta. Y tengo miedo, miedo de que cuando les llegue el momento, no sienta nada, que lo que mis experiencias y mi cabeza revuelta hayan hecho en mi cerebro, que estragos habrán hecho, me da miedo ya no poder ver el ataúd a un ser querido, su rostro sin vida con los ojos cerrados y la boca pegada con embalsamador, miedo a que no vuelva a soltar una lagrima, a que mi niñez se haya ido con mi empatía por los que ya no están.

mi mamá sigue viva, pero cuando no lo este, no se si quiero llorarle o… siquiera si podre llorarle.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS