Aquella noche me no dormí nada, por lo tanto al día siguiente me costo mucho levantarme. Me fui a la escuela con la cabeza en la luna, no hice más que garabatear tonterías en mi libreta. Sonó la campana para el recreo y sin pensarlo corrí al baño tan rápido como pude. Vomité una o dos veces, es lo único que recuerdo.

Las náuseas de los últimos días me estaban matando, no le dije nada a mi mamá porque no quería alarmarla. Continué soñando aquella noche, estaba yo dirigiéndome a la tienda cuando encontré a una chica más o menos de mi edad, tenía el cabello rojo, hasta los hombros, los ojos saltones color azul claro y tenía puesto un vestido celeste que resaltaba sus ojos, en sus manos sostenía a un gato blanco bastante familiar. La chica me miraba como si me conociera de toda la vida y me sonreía pícaramente.

-Hijo.

Sentí algo en mi hombro. Era mamá. Desperté.

-Hijo ¿Estas bien? Perdón que te despierte es solo que quería contarte algo.

Mamá parecía muy feliz, sonreía de verdad. Respire profundo y intente contener el vomito.

-¿Qué paso? dije.

-¡He conseguido trabajo!

-Mamá eso es genial.

-Sí bueno es algo de menor paga pero esta muy bien.

Quería estar feliz por mamá, estaba feliz por mamá, pero no pude contenerme y corrí al baño y volví a… bueno ya saben.

-¿Hijo. Qué paso? Te sientes bien?

-Sí mamá no ha sido nada.

-Tendré que llevarte al médico

-NO, quiero decir.. no es necesario mamá, no te preocupes.

-Bueno esta bien pero tómate una pastilla.

-Esta bien.

A la mañana siguiente me sentí igual de mal, al parecer la pastilla no había hecho efecto, cansado, me levanté de la cama  y me lave la cara, me vestí con lo primero que vi y baje a desayunar como siempre hago y al terminar salí corriendo a la escuela, se me había hecho tarde.

Llegue arrastrándome al salón. Mire mi reloj 8:30 la clase empezaba a las 8:00

-Señor lo lamento, se que llego tarde lo que pasa es que yo…

-No importa. Siéntate. dijo el profesor.

-Sí. dije aliviado 

Inmediatamente corrí y me senté al lado de Olivia, al hacerlo me di cuenta que en el banco de la primera fila había una chica, supuse que era de nuevo ingreso, era una chica morena, de cabello rizado color café oscuro como sus ojos, llevaba puesto un top color rojo y un pantalón de mezclilla suelto con múltiples bolsillos.

-Creo que es linda. Parece buena gente. dijo Olivia.

-¿Eh?

-¿Es que no estas escuchándome? Dije que la chica nueva me parece buena gente.

-Ahh, sí claro.

-Muchachos silencio! ordeno el profesor.

-Tengo un anuncio importante. Como muchos de ustedes ya se abran dado cuenta tenemos el privilegio el día de hoy de recibir a una nueva alumna en nuestra institución. ¿Podrías decirnos tu nombre? preguntó volviendo la mirada a la chica.

-Me llamo Victoria. dijo y procedió a sentarse en el banco de adelante, voltio hacia atrás y me sonrió. 

Cuando salimos al recreo me senté en la banca de siempre con Olivia.

Hablábamos de tonterías cuando de repente escuche una voz familiar

-Hola. dijo la voz

Me voltee y descubrí que era Victoria

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