Cabeza rodante

Cabecita de lumbre

pegada en los portafolios de hombres ambiciosos

En máscaras llorosas, de cartón, de vida insatisfecha

El cansancio quiebra los suelos

la cabecita rueda, rueda y rueda… 

Siguiendo el camino de la rajadura 

Sendero ambiguo, obelisco de estiércol, de masetas sin flores

¡Corazones!, encontré el camino de los poetas

felicidad taciturna en llantos de consuelo 

Cabecita loca, tan maciza rompe todo lo que el viento sopla 

Se eleva con poleas besando la cara de toda ciencia 

y cae en picada hacia la hambruna más aberrante que habitó la tierra.

 

 

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