-¡¿MARIANA?!, ¡¿MARIANA?! Tengo algo muy importante que decirte.
¡¡Mariana por favor, dime donde estás!!¡¡Tenemos que hablar!!-
Esclavitud
Encerrar a una mujer en poemas,
apresarla, presionar, exprimirla.
La única esclavitud que me permito.
Olvidado
Él la convirtió en poesía, ella lo olvido en una semana.
Interludio
Sigo buscando a Mariana, te sigo buscando en la playa, te sigo buscando en el mar.
Charco
Gota por gota,
una gota por cada palabra.
llueve y llueve.
500 charcos vueltos uno.
Laguna de donde surges.
Fueron necesarias 500 palabras para invocar tu recuerdo.
Templo
Las personas son más que un cuerpo, son historias aglutinadas, sentimientos, aire y recuerdos. Las historias son un tejido de sueños rotos y mucho, mucho diurex. Escribir es una ceremonia interna, un paseo, bastante parecido a un secuestro.
Entre mis letras, tu cuerpo se levanta como templo. Los templos que se olvidan son abandonados a su suerte al morir su dios, pero tú no mueres.
Las flores que coloco en tu altar todos los días florecen.
Ciudad de agua
El nivel de agua subió y jamás flotaste, desapareciste.
Dejé mi sombrero en el perchero de tu casa.
Atlántida, jamás te olvidaré.
De tiempos mejores
Escribirte es congelar tu recuerdo en el tiempo
escribir es tenerte sin tenerte.
Macramé
-¿La has visto? Ella usaba macramé en el cuello
-¿Macraqué?
-Macramé, un collar con una piedra
-¿Collar de qué?
-De sueños
-¿Y qué piedra?
-Un fósil
-¿Fósil de qué?
-De un sueño.
Escondida
Mujer, te escondes detrás de tu sonrisa,
detrás de la mirada que mata.
Justo en ese sitio, en tu papel de asesina,
es donde te crees segura.
Si no puedes salvarte a ti misma,
a mi lado jamás estarás a salvo.
Europea
Miradas distantes y silencio,
mi boca es tu tumba.
Sonrisa traviesas y silencio,
tu boca es mi tumba.
Tumba,
solo una palabra de origen griego.
Eco
Hipnotizado con una mirada y no saber si es magia o maleficio.
Te perdiste, que mala suerte,
el hueco que dejaste jamás se llenó.
Tu eco es magia.
Poco importa
Cuando sonríes, sonrío.
Hermoso.
Tu eco es maleficio.
Humo
Vivo muerto
extrayendo miel de lo prohibido.
Es ahí, en la punta de la aguja, en el filo del hacha,
donde me siento a fumar.
Porque es en el aire y no en la nada
donde prefiero tenerte.
Muerto vivo.
Nimiedades
Después de tender por séptima vez mi cama me di cuenta de que tiene tanta ciencia como hacer el amor. Un poco más, un poco menos, nimiedades.
Quizás el amor simplemente sea magia.
Lamentablemente jamás gustaste de las varitas, las capas, las palomas ni los conejos.
Nimiedades.
Sal
Sigo buscando la mar,
en el cielo o en tu roca,
en tu boca de coral.
Sal,
sal de tu boca sal de tu boca.
Sal,
sal de mi boca sal del mar.
Sal de mi, sal del mal.
Sigo buscando,
buscando.
Mariana, ven a mi, dulce amor
Mariana, sal del mar.
Escultora
Azabache,
cabello de liana, lacandona.
Tu cintura, la costa
Tu ombligo, el mar
…laguna…
¡Que bello Montebello!
Escultura esculpe esculturas
¡Que ilógico!
Y aún así llegaste a Guatemala.
Mariana
Querida María, nunca tuviste nada de mar y lo sabes. Además, ha sido eterno tu odio por Ana, mi amiga, la de la universidad, a la que no te cansas de llamar «perra». Ana, tú tampoco fuiste mar, ni espuma, ni ola, ni playa, ni nada y espero, jamás lean esta nota pues el verdadero mar descansa muy lejos de sus caderas.
No fue el tuyo María, ni el tuyo Ana, si no el de Mariana, el cuerpo que transformé en geografía, donde mi velero, por llevar las velas a toda asta, encayó, rompiendose en mil partes contra sus piedras, contra sus piernas.
Pasados nueve meses,
no se que decirte, Mari
Pasados nueve meses,
no se que decirte, Ana
Pasados nueve meses, mi problema más grande…
¿Cómo avisarle a Mariana?
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