Dime que la vida duele, que el cuerpo con los años se parte y el corazón se hace añicos, dime que amar es de ingratos y que soltar es morir un poco, haz lo que sea necesario, huye, llora, grita como desquiciada, pero al final regresa siempre. Sigue caminando y no pares, limpia las lágrimas y ve con paso firme, lleva solo lo necesario y lo demás déjalo al paso. Habita tu presente y lo demás es fuego extinguido, ríe hasta que duelan los músculos, baila, canta, come y ama y después regresa a ti, a tu centro seguro, a tu refugio, sana y continua porque la vida digna es de esforzados.

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