Breakthrough. Cap 1

Breakthrough. Cap 1

Nara

21/03/2024

Un breakthrough por definición es un evento límite que lleva al éxito mediante un nuevo descubrimiento.

Adentrémonos en esta bitácora sobre la historia que me dejo aprendizajes, crecimiento, amor propio y por sobretodo autoconocimiento

La primer semana en un gran desamor nos enfrenta al precipicio de un vacío del cual no hay escapatoria, parece no haber salida. 

En el momento cumbre de la desesperación 
es preferible saltar a lo desconocido o es preferible quedarse fijo durante un tiempo indefinido? Qué duele más, continuar con el miedo o desbarrancar hacia lo inesperado?

Aún recuerdo como si hubiera sido ayer mi primer salto en bungeejumping en Nepal, en una montaña de la ciudad de Pokhara. “Al llegar a la cima no se puede volver caminando, solo se puede saltar”, nos dijeron los profesionales del salto. Qué hago acá me pregunté, por qué me estoy haciendo esto a mi misma? Fui porque quería sentirme viva, añoraba esta vivencia. Solo apoyaba los talones en un precipicio, los cuales estaban atados entre sí con una cuerda roja. Un arnés me protegía. La vista era increíble igualmente, hermosas montañas con mucho pasto y el viento en mi cara, era mejor quedarme ahí. Los gritos de la cuenta regresiva de mis amigas que me alentaban me indicaban que el salto era inminente. Todos se aseguraron de que mi salto fuera seguro, todo estaba en orden, llegaba mi momento. Salté, o me empujaron no lo sé, por suerte sino yo no me animaría a hacerlo. Al principio de la caída predominó el sentimiento de no recordar a dónde estaba yendo ni por qué veía un lago debajo mío. Al momento siguiente el cual pareció una hora, recordé, estoy cayendo al vacío. Fue así que la adrenalina me invadió hasta el final, una caída corta de 6 segundos, pero para mi mente fue eterno y necesitaba un respiro. Lo extremo no terminó ahí, sino que luego de llegar casi a tocar el agua con mi pelo largo, la cuerda se tensó… y comenzaron los rebotes. Así comenzó una serie de nuevas caídas, cada una de ellas más corta que la anterior. La calma parece nunca llegar, te encontras solo en esa cuerda maldita, sin poder moverte de allí, sin poder pensar en otra cosa porque todo está centrado en ese momento. Por qué hice esto, me pregunté. Hasta que de repente solo paró, mi cuerpo quedó tenso, boca abajo, mirando todo del revés, girando. Que lindo paisaje pensé de nuevo. Cuando volví a tierra firme, pude ver que mis amigas seguían allí, todo de afuera se veía menos caótico de lo que yo había vivido. Al ver a mis amigas saltar luego de mi, se veía con certeza que todo estaría bien, no existía el miedo al verlo de lejos, predominaba la calma y la diversión, sabía que ellas estarían bien. Debería haberlo vivido con más tranquilidad pensé. Lo hago de nuevo? Nah. Ahora que ya viví lo extremo, es hora de otro tipo de aventuras. Así estoy bien. 

Encontré el paralelismo en una ruptura amorosa años después, dos experiencias muy distintas en una misma vida, que encuentran puntos exactos en común. Una vez que llegamos al punto de ruptura en un vínculo, hay que tomar una decisión. Quizás no la podamos tomar solos, quizás no sea lo más justo y quizás no recordemos cómo llegamos conscientemente a ese momento. Pero luego de mucho caos, todo calma. Cuando menos lo esperamos, pasa.

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