Cuando el primer rayo de sol

espió por tu ombligo

y acarició mi nido

comencé a patalear…

Quería salir

a conocer el otro lado

sin saber que encontraría

el tesoro más preciado…

Mamá,

el tesoro eras tú

y aún lo sigues siendo pues no pierdes tu luz

Mamá, no hay abrazo mejor

no hay consejo

que el que me da tu amor.

Muchas veces no te lo digo

pero te tengo dentro mío

y te llevo a donde voy

Muchas veces no te lo cuento

que te tengo muy adentro

fuiste mi primer amor

Mamá,

el tesoro eras tú

y aún lo sigues siendo pues no pierdes tu luz

Mamá,

no hay sonrisa mejor

nos hay abrazo mejor

que el que me da tu amor.

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