En medio de la penumbra y el profundo silencio, mis ojos son perturbados por visiones espectrales en cuanto al espacio ocupado por el único obstáculo que existe y que separa mi alma de la más absoluta oscuridad; no le temo en lo más mínimo a la negrura de lo invisible, pues me protege de aquella visión a lo horrido; tampoco temo al sepulcral silencio ya que me permite escuchar la distancia de aquel reptar redundante en techo y paredes.
Con cada tembloroso y dudativo movimiento, siento en mi piel la contracción de los muros que, cual musculo visceral, se niega a liberar mi tacto de su viscosidad entre tanto mi entorno es construido por el poco juicio que aun reposa en mi cuerpo.
El fluir de mis pensamientos aflora alrededor de aquel guardián de mi pesadilla y mis sobre-esforzados pies deambulan taciturnos por la oscuridad, aunque en mi mente el deseo de escapar es indeleble, mis instintos contradicen esa postura; me acosa en gutural melodía el pesado aire que recorre mi contorno… exhalo y mi mente queda en blanco, mis oídos son culpables del horror que me recorre en forma de sacudida que resulta contundente, mientras que en mi rostro se desplaza cálida y patética impotencia.
Lo absurdo e inverosímil de la situación en la que me encuentro me hace dudar de la información que me es transmitida por mis sentidos; ¿acaso es una ilusión? ¿En realidad es este lugar un espacio físico? Y así, como un teatro demencial sin guion ni autor, la lluvia comienza a castigar con vigor el techo… se oyen cercanos y con excesiva claridad los iracundos quejidos de la bóveda celeste, intermitente se ven acosadas las ventanas que hasta hace un momento creía inexistentes y que ahora proveen luz, aunque inconsistente que logra develar, a mi pesar, con cada nuevo resplandor innumerables figuras que exceden mi comprensión.
Cuantiosos horrores destruyen mi esperanza, ora en la ausencia de todo, este nefasto vacío del que ahora soy consciente; ora en rojizas sedas que limitan mi vista, sin embargo, entre esfuerzos que exceden mi capacidad intento acercarme a mi estático guardia; a mi alrededor, atestiguan mi temor siniestras piezas astrales danzantes con fiereza en un matizado de pasiones ilustrado en carmesí.
Cada vez aprecio con menor claridad la extensión máxima de mi ser y percibo con cada nueva inhalación las ondulaciones del espacio que me ata aún más, vaga por todo musculo y perfora la espina el súbito ulular inclemente que tortura el oído y priva mi mente del descanso.
Noto el movimiento aunque el esfuerzo no sea recompensado con el avance de mi ser, entre tanto, cada enojo resplandeciente encierra incertidumbre que es liberada por toda mi figura en vibraciones que devienen en dolor con el que mi inquebrantable deseo de huir parece una esperanza lejana que se desvanece en medio de mis manos.
Aunque el rugir de los cielos me otorgo unos instantes de claridad, fueron demasiado efímeros como para tener una visión clara de mi alrededor, tal parece un espacio de una extensión no mayor que una sala mediana, en medio de desvíos mentales y el divagar de mi paraje a mi mente espanta un detalle que me hizo lamentar el hecho de que la luz invadiera este lugar, gotas de angustia recorren el trayecto que empieza en mi frente, tan arrugada como no podría haber imaginado nunca que llegaría a estar, hasta mi cuello; hace, no se cuánto tiempo, creí oír un tenue pero constante reptar, parecía, sin querer detenerme a dar rienda suelta a mi imaginación, algún tipo de eco proveniente de un lugar al que ni el más intrépido querría aventurarse; no obstante, aunque esfuerzo mis oídos tanto como puedo tan solo logro escuchar los galopes de mi propio corazón…
Quizá fue tan solo obra de mi mente deteriorada por el estado de incertidumbre del que era presa, tal vez fui víctima de mi magna imaginación, espero claro, no estar errado con estas consideraciones; aunque quiero pensar e intentar a dilucidar un aspecto terriblemente abrumador capaz de producir ese extraño sonido considero que debo aprovechar este momento de simulada calma y pensar…
Ahora que mis pies vuelven a obedecerme tan solo deseo descansar para mitigar el dolor, mediante el cual mi cuerpo entero reclama reposo, pienso como mejor opción el utilizar el suelo frio e inclemente para reponer fuerzas, mis manos, que antes vagaban erráticamente por la penumbra ahora avanzan con trayecto seguro, mientras que mis piernas se contraen en ardores tales que, aunque el espacio que me rodea permanece como desconocido, me atrapa una sensación que nace en mi pecho y recorre mi cuerpo a cabalidad mediante la sangre que hace no mucho amenazaba con saturar mi corazón, ahora transcurre con calidez y por el mismo.
Con el frio que sirve de soporte para mi cuerpo y el descanso el cual revitaliza mi espíritu noto que no me es posible recordar nada sobre este lugar, ni como llegue acá… maldición… no logro recordar nada en absoluto sobre mi… un rostro, un nombre, nada, absolutamente nada sobre mi identidad… no puede estar pasando esto, estoy en un lugar que no conozco, solo, sin saber por qué estoy aquí y para colmar mis males no recuerdo quien soy, no logro pensar en mi propia existencia…
Estoy vivo? Mientras mi mente más se concentra en algo, pareciera que corro tras un espejismo, no evoco rasgo alguno que por definición me permita saciar mis dudas… si tan solo no sintiera miedo por lo que pudo haber provocado ese sonido en las paredes y en el techo gritaría…¿por qué esta todo tan obscuro? Bueno aunque el brillo de los cielos desembocara en su totalidad en este paraje sin una idea clara de la diferenciación, me sería inútil poder apreciar mis atributos, después de todo: ¿Serian tales características mías aún si no las acepto y contemplo como parte de mi ser?
- Y si realmente es la muerte lo que le acobija y no es aceptada por su alma intranquila?
- Pues no lo sé… no es posible… hay alguien más ahí?
- Una pregunta compleja que no sé cómo responder…
- Y ahora converso solo… no puede ser, he intentado con ahínco recordar mi propio rostro, sin embargo, tal parece que para mi mente es mucho más importante tener alguien con quien charlar…
- Interesante… muy interesante, podría ser tal vez un mecanismo mediante el cual intenta protegerse de algún tipo de información sebosa? O quizá lo estoy sobre-estimando y no sea nada más que el egocentrismo propio de su clase?
- ¿Dónde estás? ¿Quién eres?
- Jhggg… lo primero es difícil y lo segundo no tendría por qué importarle.
- ¡No te burles de mí! ¡exijo una explicación!
- Jhggg, ¿dónde está usted?
- pues… no lo sé, por lo que he logrado ver es un espacio cerrado de un tamaño considerable, no obstante, no me ha sido posible apreciar mucho más…
- ¿por qué es difícil lo primero?
- Por qué no hay nada antes que él, solo la inexistencia cumple con esa condición y de hacerlo ¿existiría o no existiría?…
- Que? ¡Deja de mofarte! ¿A qué te refieres con que es difícil decirme dónde estás?
- No es difícil decirlo, es laborioso encontrar los términos adecuados…
- Adecuados?
- Para que puedan ser comprendidos por usted…
- Deja de fastidiarme… ¿acaso no eres igual a mí?
- De serlo, ¿podría saber acaso donde está usted sin que usted sepa mi ubicación? O tal vez podría comunicarme con usted sin la necesidad de utilizar palabras?
- No lo puedo creer… he mantenido mis labios sellados desde hace bastante tiempo… entonces… ¿qué eres?
- Eso es irrelevante…
- ¿Dónde estoy? ¿cómo llegue acá? ¿estoy muerto?
- Todo depende de lo que consideres al terminar…
- Al terminar qué?
- Eso es irrelevante.
- Y si realmente he muerto?
- Como me sería posible saberlo… ¿si mis sentidos que aún me permiten percibir una parte de mi entorno son meras representaciones de un ser inquieto que no desea el descanso?
- ¿habrá acaso acción más terrible y más grotesca que el propio existir? Una ruptura insana, la obstrucción del todo y la nada merece por castigo la tortura de su propia existencia.
- ¿De nuevo tú? ¿Qué pretendes?
- Aunque reconozco que toda acción tiene como principio un impulso primigenio, carezco enteramente de estos.
- ¿Ya has pensado en cómo explicarme que eres?
- Pensar… ¿alguna vez lo has hecho?
- Clar-
- Diariamente te alimentas con otros seres y sin embargo no te haces merecedor de arrebatar una vida para prolongar la tuya…
- Claro que lo soy, soy superior a cualquier animal.
- ¿En serio? ¿Qué aportas tú al orden celestial?
- ¿Acaso ser la expresión máxima de la naturaleza no es impulso suficiente? Un ser con la capacidad de comprender el cosmos y sus leyes ¿no es acaso una obra suprema? O tal vez habíase visto en otro, tal capacidad de entendimiento y sabiduría en periodos de antaño.
- Como lo supuse… un ser supremo se alza ante mí.
- ¡No te mofes!
- ¿Este ser supremo es condicionado por conceptos que diferencien una acción de otra?
- Ha de ser así puesto que las limitaciones en la libertad son base de cualquier organización.
- ¿Por qué concepto?
- Un ser sin limitaciones es un engranaje que se niega a seguir la secuencia.
- Así que un engranaje supremo… al menos se ve mejor que un ser supremo.
- La ilusión es fiel escudera de la felicidad.
- Y un engranaje que gira en torno de una ilusión de soberanía propia es, en toda regla, un ser que aunque privado de sus libertades se ve gratificado con un obtuso pensamiento.
- ¿acaso yo huiría de mi verdugo si en el hallo una razón que sustente mi existencia?
- Entonces este engranaje debe tomar ese giro como una representación de sus deseos, pero… ¿cómo lograr que el engranaje gire en un principio?
- Es bastante simple, condiciona el medio en el cual ese engranaje ha de desarrollarse y este indefectiblemente perderá su autonomía incluso antes de obtenerla.
- Y no replicará ni turbará su movimiento, pues no será consiente de esta pérdida.
- Tan solo soy un engranaje más, nada hay de distinto en mí que no se pudiera hallar en otro y el saberlo no me diferencia en absoluto, tanto como ser consciente de la presencia de otro yo totalmente ajeno a mí no me hace diferente de él.
- Es así como, la sapiencia es, en sí misma, una ruptura existencial que lejos de establecer un impulso primigenio, se centra en crear una nueva ilusión ¿no es así?
- En efecto… la diferenciación de un ser a otro no es más que una espejismo, un engranaje que se considera a sí superior a los demás, es un engranaje que tiende a la subjetividad, y esta, claramente es una representación de la naturaleza; aunque sutil, es apreciable la necesidad de que exista esta característica.
- Y esta subjetividad a ¿qué impulso obedece que la consagra como necesaria?
- El engranaje subjetivo entiende la inexistencia de sus libertades y engendra poderoso desprecio hacia su propia existencia, entonces, ¿qué es aquello que detiene su impetuosa marcha a su inexistencia?
- En ese caso no serían más que una representación del deseo, propio impulso imperativo en la naturaleza.
- Teniendo como escenario una reunión de engranajes subjetivos, cada uno de los cuales precisa de un impulso que genere la necesidad de su propia existencia, ¿qué es lo que propicia la formulación de una estructura social?
- Patético, aún para un engranaje supremo…
- Ahora de seguro he muerto…
- ¿Acaso antes estaba vivo?
- Joder… ni muerto me ha de dejar descansar… maldito.
- Permite que aquel infortunado, el que grato se torna tras su momento álgido y que pocas empresas de naturaleza superior concluyó, sea de agrado a ojos de los laboriosos que lo unirán por vez primera a su madre.
- Ja… de nuevo con asertiva palabra envuelve mi ser en tiniebla.
- Muy a mi pesar he de comprender que este engranaje, aun siendo supremo, no entiende del sagrado privilegio del que dispone.
- Parece que la burla es característica en usted… pero, ¿a qué privilegio hace referencia?
- Levántate, anda cual miserable y observa en tanto miserables sílfides presentan sus liricos llantos…
De ser veraz, ¿cómo podría entonces diferenciarlo de la vida, si los estímulos que recibe del “exterior” sus sentidos no se diferencian entre sí?
De seguro estoy enloqueciendo… me sorprendo… inventar voces… parece que mi men-
Maldición, debo estar enloqueciendo, no entiendo… que fue esa conversación… ¿al terminar?
¿Quién soy yo?
Maldición… no podré darle solución a estas preguntas si sigo en la oscuridad, necesito algo con lo cual iluminar mi alrededor, con suerte hallare algo con lo cual poder encontrar algo de sentido…
Aunque en mi mente la incertidumbre sobre lo que creo haber escuchado impera sobre el temor hacia lo desconocido, mis piernas son presas del más devastador temblor que me hace incapaz de controlarlas.
Aquel fascinante silencio de la soledad que impera a mi alrededor delinea suavemente el límite de mi cordura y perdura en mi esta maldita ansiedad que doblega mis miembros con suma facilidad, tal vez, este ha de ser una represalia por un hecho cometido de siniestra manera, pero de ser este el caso, que acción ha de ser tan ruin como para merecer el desprendimiento de un pensamiento colectivo, sería esta, en virtud del entorno un retorno al estado primordial?
Si el nacer es la acción, ¿cuál es el impulso que hace necesario la aparición de este nuevo ser? ¿A qué sistema alimenta tu sangre y tu sudor? ¿al celestial?
¿He de suponer que pretende ser más relevante que los demás engranajes?
¿Acaso serían las pasiones? o tal vez ¿su necesidad a la interacción con sus semejantes? Quizá ¿no posee la libertad de emanciparse de este flagelo?
Ninguno quiere pertenecer a un plano en el cual incluso la ilusión de libertad es limitada por juicios morales, éticos o religiosos y sin embargo nos aferramos a ellos como muestra de libertad.
Abre los ojos y permite que la siempre insana pasividad mental sucumba a merced del desasosiego de lo impropio del ser y camina concisamente hacia el dormitante éter del que rehúyes cada día… abandona tu existencia, drenando, en sombrío placer, el dolor y el sentimiento; debe ser, por supuesto, el imperativo natural vuestro destino…
…CAMINA Y EXTACIA TU VIRTUD DE INSONORO REALISMO…
De repente, mi cuerpo entumecido se tambalea de una manera tan brusca que siento temor a desplomarme, no entiendo realmente la causa de este sentimiento de horror, un sentimiento tal que, me refugio encogido contra el piso, ahora, mis músculos arden y se hace menester expresar esta mezcla de emociones y sensaciones en forma de llanto, mi soporte óseo se torna cristalizo cautor…
En mis oídos retumban susurrantes e impías voces liricas, mis manos que aunque invisibles me eran útiles, en este momento siento como si se estiraran y se aplastaran; mis brazos que en un momento anterior a este me atrevería a decir que eran robustos, ahora me duelen tanto que me es imposible expresarlo a cabalidad y se hace notorio el malestar presente en quien le es drenada la sangre y reducidos a la inexistencia los músculos de todo el cuerpo.
Oblicuo sentimiento, riguroso vigía de pecado y sensatez, gentilicio de los dormitantes y cicatriz de los mortales,
Tan indómito como fatuo el susurro en que mora y tan siniestro como el escenario en el cual nos es visible,
Bajo el abrazo de su perseverancia se escuda el menosprecio de su irrelevancia, no obstante, sobre cada uno de nosotros rige el yugo del mañana, cruenta sentencia dictada sin apelación ni consentimiento, pero ejercida con resignación,
¿Qué es el ser? y ¿cómo descifrarlo sin artimañas metafísicas? ¿Acaso en el léxico, la concepción de idea podría definir como fin, el propósito de su búsqueda?
O quizá imposible y romántico se torna el objeto del razonamiento ¿no se encuentra en mundano termino el ser y el saber erigidos como pilar del sacro velo que cubre, lúgubre y perpetuo, el flagelo de la existencia?
Absurdo se observa aquello que va más allá de la capacidad de captar y moldear discursos ajenos bajo vuestros propios parámetros; así como burdos los esfuerzos de hallar en eufemismos un escape de nuestras propias carencias.
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