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CANTO A LA TIERRA

Perdóname tierra

por haberte profanado

pese a tus quejas continuas

de ser maltratado,

haciendo caso omiso

a la multitud de las heridas

que en la piel, mostrando,

por nuestra culpa sufrías.

Lloro por que te quedas sin vida,

lloro por no remediarlo,

lloro por impulsarlo,

lloro por causar la herida.

Perdóname tierra

por esquilmar tus mares,

por malgastar la piel

que el universo te ha concedido,

por talar los bosques

que, para nuestro respiro,

dejaste crecer en tu ardoroso manto.

Siento que mis lágrimas

no son suficiente lluvia

para reponer en su día

lo que te arrebatamos sin conciencia,

sumidos en la ignorancia

y obcecados por el egoísmo

de poseer más, mucho más

cuando la luz del sol

nos ilumina.

Perdóname tierra

por contaminar tus lágrimas

en forma de lluvia

que para nuestro bien escancias

y nosotros, como respuesta,

te convertimos en contenedor

de inmundicias.

Quisiera acariciarte con mi arado

sabiendo que respondes con riqueza,

quisiera beber el agua pura,

como en tiempos

de manantiales cristalinos,

quisiera ser tu amante eterno

y cuidar tus senos

que alimentan en su vida a todos.

Perdóname tierra

por solo ser un pobre hombre

que te ama.