Otro fuego
Te esperaba
en aquella época de “Erase una vez”
como si estuvieras a la distancia de un gemido
para hacerlo real.
Deliro pensando
que te desparramas errante
en los puntos cardinales de mi boca.
Muerdes la comisura de mis deseos
y arañas mi ansiedad por ti
con las yemas de los dedos.
Y el silente latido
de un corazón como el mío,
grita por más desde las alturas del abismo.
Te quería mío,
arriesgado,
macho salvaje,
impulsivo y mentiroso
pero la rústica ausencia crujiente
luchó a capa y espada
hasta esparcir los pedazos de mi primavera
Algún día, quien sabe cuándo,
querrás ungir con bálsamos aromáticos mis surcos y
cobijar mi desnudez
vistiéndome de nardos,
pero mis brazas estarán ardiendo en otro fuego.
©YGC/AMORA
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