¿Qué es esto que se agita en mi alma? Qué son estos movimientos que me atormentan y me dan tanto placer? ¿Qué es esto tan desconocido en algunos momentos?

¿Qué es toda esta fuerza que derriba la vida y la muerte misma?

Soy tierra misteriosa para mí, estoy buceando y viendo cada cierto tiempo, la visión se me da y se me quita, el tiempo se diluye aquí, me convierto en visitante, en dueña y en desterrada, gimo y suelto una alegría íntima, recorro cada emoción con fervor, con ahínco, y parecieran ser nuevas cada que las toco, cada que se pegan a mi piel.

Y la sorpresa ante todo lo que habita y es, jamás cesará, un rumbo destinado para saborear en valentía y aniquilación de antiguos miedos, de antiguos destructores

¿Qué es esto llamado yo? Qué es esto tan desconcertante y fornido?

¿Qué son todas estas energías que mueven al humano, que lo hacen temblar, que lo hacen extasiar y sufrir, sufrir, sufrir y desanamorarse de todo, para luego dar paso a la total compresión de lo que habita en este universo?

Y corro a través de mi, corro y me conozco, corro y alzo un grito, un grito de amor profundo por la divinidad, amor por el secreto develado.

Corro y me sosiego, un cielo desciende sobre mi, cubierta de paz, cubierta de plenitud, cubierta de blanco perenme, cubierta y sostenida por el bien mayor, por la noble verdad, por ojos que jamás se desprenden de mi, y tan hipnotizada, mi yo es desintegrado, mi yo fue sólo una idea, mi yo se desvanece, soy con todo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS