De repente volteo y veo bloques.
Su pequeña figura ilumina mis días y mis noches.
Ella viene hacia mi y me da pequeños toques.
Toques de felicidad a éste roto corazón.
Su tierna sonrisa me agota el malhumor, sus tiernas manitas me quitan el dolor.
Sus pequeños bloques, se parecen a mi vida, ella la arma y desarma a su antojo.
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