Esta la pequeña historia de Terance.

Terance Clayton, de treinta y dos años, es un investigador paranormal, amante de los fenómenos sobrenaturales y desconocidos. Nacido en Inglaterra, ha dedicado sus investigaciones en la búsqueda de seres espirituales o cualquier otra entidad cuya existencia es difícil –sino imposible- de demostrar. Creó su propio grupo de investigadores (algo más común en Latinoamérica que en Europa) junto a su sobrino Brian, de diecinueve años.

La mayor afición del señor Clayton se encuentra en el estudio de un fenómeno muy antiguo y popular: el satanismo, con mayor énfasis a todo lo relacionado a las sectas satánicas, encontradas alrededor del mundo. Siempre se ha interesado en el origen de las mismas, centrando parte de sus investigaciones en descubrirlo. Terance considera a las sectas modernas como réplicas de otras más antiguas y éstas, a su vez, réplicas de la primera; es decir, de lo que él llama: la secta original, la primera en ser creada hace miles de años.

Ha recorrido muchas partes del mundo conociendo historias y experiencias personales donde la gente se ve involucrada. Amante de la ciencia, Terance analiza científicamente cada misterio paranormal que se encuentra, intentando comprenderlo de ese modo, a pesar de que, para la mayor parte de los científicos en el mundo, estos hechos son inexistentes y pueden ser explicadas mediante fenómenos físicos, fuera de lo sobrenatural. Pero Terance, como un firme creyente, no se rinde, y pretende demostrar que estos hechos son reales. Para él, lo paranormal puede representar una de las pruebas de la existencia de Dios.

Almorzando en un restaurante cercano a su hogar en compañía de un amigo de nombre Aarón Smith, conversan sobre un reciente descubrimiento que su grupo de investigadores consiguió hace un par de días. Aaron es un empresario ateo. Y aunque no cree en nada de lo que su amigo investiga, lo apoya sin dudar.

— Este es un descubrimiento grandioso- responde Terance con muestras evidentes de emoción y ansiedad. Estoy fascinado por el hallazgo.

— ¡Ja ja ja! – ríe Aaron. Es increíble verte así, pareces un niño emocionado por su primer regalo de cumpleaños. Y dime, ¿Dónde fue el hallazgo?

Sentado en la meza frente a su amigo, Terance cierra los ojos unos segundos y estira el cuerpo antes de responder.

— En la localidad de Cannock Chase, ciudad de Staffordshire. Me comentaron que ese lugar tuvo la extraña aparición sobrenatural de una niña hace un par de dias. Cerca del lugar de la aparición encontraron lo que parece ser una especie de templo antiguo, bajo tierra.

— ¿Bajo tierra?

—Si… Se trata de algo fascinante. Esto no se ve todos los dias ¿No te parece?

Terance, quién a menudo se ilusiona con facilidad, no puede esperar más para ir a ese lugar.

– Es algo sorprendente… hasta para mí. Tal vez puedas descubrir algo sobre esa secta que tanto buscas. Y viendo lo emocionado que estás, me encantaría acompañarte esta vez.

— Será un honor que me acompañes.

El profesor Clayton y su amigo Smith esperaron tres semanas de excavación en la zona, para finalmente poder acercarse y presencia directamente la tan extraña estructura subterránea. El sobrino de Terance, Brian Clayton, miembro de su organización de investigadores, fue quien descubrió la ubicación del templo. Él y sus compañeros lo recibieron con un abrazo en cuanto lo vieron.

— ¡Me alegra verte tío!

Brian es bromista, pero con una actitud seria y decidida cuando se trata de concentrarse en su trabajo. Muchas veces se muestra muy ansioso, incluso más que su tío, cuando se trata de nuevos descubrimientos. Es muy decidido en lo que hace y cuando toma una decisión no la cambia por nada, incluso si tuviera que ponerse en contra de su propia familia, algo que ya ha demostrado varias veces.

—¿Cómo lo descubriste Brian? Dudo que alguien no lo haya visto antes que tú.

— Ven, te lo diré todo.

Brian lleva a Terance y su amigo para ver las excavaciones y por supuesto, el interior del templo.

Hace unos días se dio la extraña aparición de una niña pálida de aparentemente unos diez años de edad. La niña vestía con túnicas blancas y se desplazaba con lentitud. Según historias del lugar, ya se sabía de la existencia de una entidad similar hacia el año mil novecientos ochenta y dos, cuando el investigador de fenómenos paranormales residente relató la experiencia de una mujer que la había visto. Según ella, la niña era pálida y sus ojos eran completamente negros. La noticia fue publicada en los periódicos unos días después, generando preocupación en los habitantes de la ciudad de aquel entonces. Tres décadas después, otra testigo, quien se encontraba paseando en la noche en el mismo lugar en compañía de su hija pequeña, relató a la prensa local que escuchó unos extraños gemidos infantiles antes de toparse con la aterradora aparición. Las características mencionadas por esa testigo fueron similares a la primera; extraña, pálida y con sus ojos oscuros.

Hace tan solo un par de días, otra mujer reportó haberla visto nuevamente. Esta noticia fue advertida por Brian y el grupo de investigadores, quienes tras viajar a la ciudad y conversar con los encargados de la zona, realizaron un recorrido por los lugares donde la niña fue vista, intentando dar con ella de algún modo.

– El investigador del lugar… —explica Brian. Afirma que se trata de una entidad demoníaca y peligrosa. Los testigos que la han visto afirman que atrae a las personas pidiendo ayuda, llamando la atención con risas o gemidos que se escuchan en la noche. Nosotros vinimos a intentar hallarla, y, en su búsqueda, descubrimos algo realmente increíble, mucho más que la misma niña.

El pequeño templo subterráneo se encontraba bajo un espacio libre de árboles, invisible hasta el día que fue descubierta. Esto es algo grandioso — dijo Terance a sus compañeros mientras éstos se abrazaban en señal de victoria. Brián explica que simplemente decidió excavar este espacio al darse cuenta de pequeños pasos que se encontraban alrededor, deduciendo que la niña rondaba el lugar con frecuencia.

– ¡Fascinante! ¿Quién diría que este lugar albergaría tal construcción? –opina Aarón, tan sorprendido como todos.

El templo fue construido para permanecer bajo tierra y no se trataba de algo que haya estado en la superficie. Al ingresar dentro, se observan varios detalles en el diseño del mismo: cuatro pilares con gravados extraños que sostienen la estructura en las esquinas. El techo se encuentra tiene menos de tres metros de altura, mostrando un templo es bastante pequeño. Lo más interesante se encuentra en el centro; en él, se encuentra grabados dos círculos de poco espesor en los bordes, hecho sobre piedra caliza y de aproximadamente dos metros de diámetro. Se trata de una doble circunferencia, simbolizando algo nuevo para los investigadores. Dentro de la doble circunferencia se puede ver una inscripción también escrita sobre piedra, pero ésta dentro de un rectángulo pequeño, justo en el centro de ambos círculos. En ese fragmento rectangular se pueden leer unas inscripciones extrañas, pero Terance lo desconoce totalmente

—No sé qué representan los símbolos. Necesitaremos a mi esposa. Ella podrá descifrarlo, es una arqueóloga experimentada. Nunca había visto nada parecido a esta construcción y sus grabados. Estoy algo consternado.

La señora Rachel Wilson, esposa de Terance, partió inmediatamente rumbo a la ciudad del hallazgo al recibir el llamado de su esposo. Gustosa de los nuevos descubrimientos, no dudó un instante para acercarse a los grabados e intentar descifrarlos rápidamente.

Todos los miembros esperaban impacientes, mientras hablaban entre ellos

—Brian, ¿Los testigos dicen que la niña tiene los ojos negros?

—Eso es lo me dijeron, es extraño.

—¡Tal vez se trate una niña beck! –comenta Martin, uno de los compañeros.

—En eso pensé –responde Brian. Últimamente se han vuelto muy populares ¿no crees?

—Es verdad —continúa Terance. Últimamente he leído casos sobre sus constantes apariciones, incluso hasta de adolescentes de ojos negros, no solo niños.

—No se sabe de qué se tratan, no deja de ser una leyenda urbana. Me pregunto si lo de esta niña también es cierto.

Los niños de ojos negros (también llamados niños beck), según diversas leyendas urbanas, son misteriosas y pálidas criaturas cuyas edades oscilan entre los seis y los quince años, que supuestamente han sido vistas principalmente en localidades de Inglaterra y Estados Unidos, ya sea en bosques y campos, al lado de casas abandonadas, o bien haciendo “autostop” o mendigando. Los avistamientos de estas criaturas —popularizado en los años noventa con el auge de Internet—, han sido tomados en serio por muchos expertos de fenómenos paranormales, los cuales dicen que podrían tener relación directa con demonios o fantasmas. Estos niños tienen una característica en común y es que sus ojos son negros en su totalidad, tanto el globo ocular como el iris.

— Esto, esto es increíble… —responde la señora Clayton despertando a todos. No tengo dato alguno sobre esta extraña escritura.

—¿Son desconocidos? —pregunta Terance mientras se acerca a tomarla del hombro.

—Estos dos círculos parecen simbolizar algo, pero… —continúa. También es la primera vez que las veo. No lo comprendo. He investigado y estado en muchas estructuras en mi vida y no recuerdo algo similar. Llamaré a mi equipo de científicos y ayudantes para analizarlas con detalle y descubrir su procedencia.

—Que fastidio —balbucea Brian.

Terance entiende que debe tener paciencia, confiando en que la espera dará frutos.

Las estructuras subterráneas son maravillas creadas por el hombre. Los investigadores paranormales han visitado estos lugares en búsqueda de señales “otra dimensión”. Uno de los sitios más visitados es la ciudad de Lalibela, en Etiopía. La ciudad cuenta con serie de iglesias rupestres excavadas hace muchos años. Son monumentos monolíticos extraídos de la piedra y utilizada por sacerdotes ortodoxos hacia el siglo trece, pertenecientes a una antigua dinastía. Las iglesias son variadas y pueden llegar incluso a los diez metros de altitud; muy grandes y complejas en relación al actual descubrimiento.

Luego de pasado unos días a la espera de los resultados tras la visita de los compañeros de Rachel, ella toma el teléfono y llama a su esposo para contarle las novedades.

—Te tengo una gran noticia: ¡la estructura data de hace más de diez mil años!

—¡¿Cómo?! —responde él dando un salto de emoción.

Será noticia mundial en poco tiempo. Se trata de una las estructuras más antiguas de toda la historia. Los análisis realizados por Rachel y su equipo en Cambridge, lugar donde se encuentra el laboratorio, han sido de los mejores. Terance llega a la ciudad en poco tiempo para saber más.

—La estructura data de muchos miles de años atrás —le comenta ella. Tanto el lenguaje como el símbolo son algo único, algo completamente nuevo. No hemos encontrado hasta el momento registros similares en otras estructuras en el mundo. Haremos un estudio a profundidad para determinar las razones del por qué construirían nuestros ancestros una estructura como éste, y también la forma en que lo hicieron.

—La noticia podría divulgarse de mala manera para nosotros. No sé si debemos hablarles a otros especialistas.

—Por supuesto. No me agrada la idea de que deban investigar personas de todo el mundo, pero quizá con la ayuda de todos podamos encontrar respuestas. Nuestro objetivo es hallarlas personalmente, y si no lo conseguimos, pensaremos en otros científicos en todo el mundo —le comenta su esposa, quién se encuentra tan ansiosa como él.

Te tengo otra sorpresa, pero quizá no te agrade.

Rachel le ensañe la piedra donde está grabado el símbolo con las inscripciones.

—¡Lo sacaron! Esto no me lo esperaba.

—Tuvimos que hacerlo. Sé que no te gustan sacar las cosas de su lugar para mantener su esencia, pero consideré la idea para evitar que muchos curiosos pudieran entrometerse. Hasta pensé que podrían robarla si las dejamos allí por mucho tiempo. Además, nos llevamos una sorpresa al descubrir que en la parte de atrás se encuentra un dibujo extraño, tal vez un mapa antiguo.

—¿Un mapa dices?

Rachel voltea la piedra

—Si observas bien, todo parece indicar que son ubicaciones o marcas en un mapa. Según notamos, nos enseñarían tres posiciones específicas. La parte pintada en verde podría ser el Bosque de Cannock Chase; las otras dos, debemos determinarlas.

—Espera… El mapa más antiguo conocido es del año 1160 Ac. ¿no?

—Correcto… —responde ella sonriendo.

—¡Y lo dices con esa tranquilidad!

—Bueno, me emocioné tanto como tú al saber todos todo esto, que ahora ya no me quedan fuerzas ni para dar un salto.

—Tantas cosas en una sencilla construcción bajo tierra… Pero debemos ser cautos. Encárgate de asegurar los descubrimientos y sabremos más sobre los hombres antiguos.

—¡Sí señor! —responde ella en tono de broma. Brian estará aquí mañana. Cuando tenga tiempo, prometió hacer una fiesta en honor al descubrimiento. También lo mantengo al tanto de los detalles.

Una estructura pequeña, pero extremadamente antigua; un simbolismo nunca antes visto, un idioma desconocido y una especie mapa tan antiguo como la misma estructura. Muchos enigmas se juntan. La prensa internacional se haría eco de esto en poco tiempo, llamando la atención de miles de investigadores en todo mundo.

Una semana después, Brian organiza la fiesta en su casa para festejarlo. Todos sus amigos, compañeros y familiares fueron invitados. Comidas, bebidas, música, karaoke, piscina, hacían atractiva la noche, acompañado de unas palabras del líder del grupo: Terance, quién explicó los detalles del hallazgo e instó a todos para divertirse hasta amanecer.

—También tengo el agrado de decirles que ya descubrimos una de las ubicaciones en el mapa. Más adelante, iremos hasta allá.

Con fervor y alegría, la fiesta avanzó con normalidad.

—Somos simples investigadores, pero podríamos cambiar el curso de la historia… —comenta Martin un poco pasado de copas.

—Lo haremos Martin, ten confianza —le responde Terance.

—Hace un tiempo que no participaba en una fiesta como ésta —comenta su amigo Aarón. Me recuerda cuando éramos jóvenes.

—Y aún lo somos viejo amigo. No te sientas un anciano.

—Es fácil decirlo para alguien que viaja mucho, mientras que otros tenemos negocios que mantener Ja, ja, ja

—Ja, ja, ja… No digas eso Aarón —le responde Terance mientras le da un abrazo.

Todo era felicidad ya entrando en horas de la madrugada.

Con todos los baños ocupados, Terance no tuvo opción más que irse al patio trasero para suplir su necesidad. Allí donde la iluminación era mínima, el ruido de la fiesta se escuchaba como un eco y el perro “Max” vigilaba pacíficamente. De repente, y luego de un pequeño momento de paz para él, el perro comienza a ladrar repetidamente, dirigiéndose a la calle.

—¿Qué sucede Max?

Terance intenta calmar a su perro, mientras observa hacia la calle. Para su sorpresa, una persona parece acercarse, y luego, ya eran tres. Los tres tenían aspecto extraño, parados frente a la casa, vestidos con sotana, mientras Max los ladraba desesperado.

—¿Se les ofrece algo? —pregunta Terance manteniendo la calma.

El sujeto que venía en medio de los dos, tiene una sotana con un tono menos oscuro que sus acompañantes, tal vez de color marrón.

Repentinamente y sin responder a la pregunta, el sujeto central levanta lentamente su mano derecha, como queriendo tomar algo. Apuntando su mano hacia el perro, pronuncia unas palabras en balbuceo, y en unos segundos, el perro deja de ladrar.

—¿Max? —le habla su dueño al ver lo sucedido.

El perro se calla y retrocede lentamente para meterse en su casa bajo al árbol, asustado.

Terance no sabe cómo reaccionar. Su confusión aumenta al notar que el sujeto sufre una pequeña recaída inmediatamente después de haber levantado la mano y asustar a Max. El hombre se recupera y vuelve a levantarse gracias a sus ayudantes. Los tres poseen máscaras, y no puede ver sus rostros.

—Usted debe ser Terance Clayton —le pregunta con una voz muy cerrada

—Así es…

—Solo estoy aquí para darle una advertencia ¡cof! ¡cof! —comienza a toser.

—¿Advertencia?

—Sí… Seré breve con usted. Debe detener la investigación de usted y su esposa inmediatamente ¡cof!… Devuelva la piedra en su lugar original y olvídese de todo.

—Eso no será nada fácil —comenta Terance.

—Eso no me importa ¡cof!… Solo hágalo. Las consecuencias pueden ser fatídicas señor Clayton, tanto para usted como su gente.

—Esperen…

Sin decir nada más, los hombres extraños se alejan lentamente. Terance se sienta en el pasto tratando de asimilar la situación.

—Lo que hizo ese sujeto para sobrenatural, pero no estoy seguro.

Terance sabe la decisión que debe tomar.

Esa noche, evitó hacer comentarios hasta el día siguiente. Esperó la mejor oportunidad para acercarse a su esposa en la mañana y comentarle lo ocurrido. Ella lo tomó con tristeza al entender la situación.

—Yo te creo, pero la mayoría de mis compañeros no lo harán, ellos continuarán con la investigación.

—Lo importante es que todos nosotros lo abandonemos. Tendrás que sincerarte con ellos, sé que entenderán.

—¿Y Brian?, sabes cómo es, costará convencerlo. Además…

—Haré lo necesario para que lo entienda.

Convencerlo no sería fácil. De no hacerlo sería fatal.

—¡¿Dejarlo?! —responde él con rebeldía.

—¡No seas un insensato! —contesta un molesto Terance ¡¿No te das cuenta que todos podrías morir si continuas con esto? ¡

Brian posee un mini grupo de compañeros fuera del grupo principal. Si el grupo de su tío decidía abandonar el descubrimiento, su grupo personal lo continuaría.

—Se trata de una estructura olvidada en el tiempo. Nadie más que nosotros merece el derecho de tenerlo. Ningún sujeto se lo quedará bajo amenazas. Eso no lo permitiré.

—No es cualquier amenaza, entiéndelo. Se trata de algo sobrenatural.

Brian lo ignora y se aleja de su presencia sin oír sus llamados. Terance lo persigue tomándolo del brazo.

—¡Déjame!, yo tomo mis propias decisiones. No eres mi padre…

Terance lo suelta al entender que no puede hacer nada. Horas después, haría otro intento por detenerlo, pero se dio cuenta de que era muy tarde: Brian se había ido.

Él y sus investigadores tomaron rumbo a otra localización descubierta en el mapa, con muchos días de anticipación. No dejaría la investigación tan fácilmente y con mucha rebeldía, se adentró en una de las planicies arbóreas de esa ciudad.

—Éste es el lugar, Areguá —les había dicho a sus compañeros.

El siguiente punto en el mapa es la ciudad de Areguá. Esta ciudad es uno de los más populares de Paraguay, uno de los conocidos países de Sudamérica. Llegar y acceder al país no fue difícil, debido a los bajos niveles de seguridad que éste presenta. Durante el trayecto a la ciudad, contrataron una empresa de excavaciones, quienes se encargarían de forma oficial en hacer el trabajo.

Hallados en una zona árida con variadas formaciones de roca junto a pequeñas vegetaciones, las pesadas maquinarias inician lentamente su labor. Brian, quien maneja bien el español, no tiene inconvenientes para comunicarse con los pocos pobladores de la zona y también con los profesionales de la excavación. Luego de un par de horas, una estructura fue hallada finalmente, tal y como se mencionaba en el mapa.

—Maravillo, esto es maravilloso —comenta Brian.

La estructura no tenía una entrada principal en los costados, éste se encontraba extrañamente en el techo de la misma.

—¿Una entrada en el techo? —comenta Ángel, uno de los acompañantes.

—Crearon un orificio y lo sellaron luego de utilizarla, es algo que no tiene sentido para mí.

Todos bajan a través de una soga, menos Angel, quién se quedó a vigilar. Los encargados de la excavación se retiraban lentamente, dejándole toda la responsabilidad del hallazgo a los investigadores.

El interior de la estructura, con forma de sala, no dejó pasar nada de tierra, permaneciendo intacto a través del tiempo. Los tres compañeros que ingresaron, llevaban sus linternas para iniciar la exploración, ya bien avanzada la noche.

—Es parecida a la otra construcción, pero… —comenta Brian.

La construcción en Areguá es más amplia y espaciosa. También posee sus pilares con grabados y la extraña doble circunferencia en el centro, aunque mucho más grande. La curiosidad más grande, es el líquido extraño dentro y fuera de ese símbolo.

—Parece sangra coagulada —dice Brian al tocarla. Es como si en este lugar se hubiera hecho un sacrificio reciente.

—¿Reciente? —responde César, el otro acompañante. Esto debe tener la misma edad que la de Cannok Chase.

Luego de un rato, los miembros deciden regresar a la superficie.

—Volveremos mañana, temprano —comenta Brian. Tenemos que ubicarnos en un lugar cercano de aquí.

Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a escalar. Jonás, quien se encontraba al frente comenzó a llamar a Ángel para mantener firme la soga, que se encontraba amarrada a una roca.

—¡Ángel, comenzaremos a subir, mantenla firme!

Todos esperan la confirmación, pero el compañero no parece estar en su puesto.

—Ángel, ¿estás ahí? —pregunta Brian, pero sin respuesta.

—¡Ángel! —grita Jonás, lanzando una piedra al exterior.

—¡Maldita sea, no es momento de bromear! —comenta un molesto César.

Esperan unos segundos pero Ángel no responde.

—Maldición. Sube Jonás, la cuerda debe estar asegurada.

Jonás comienza a escalar lentamente, pero ya encontrado a mitad de camino, se empieza a resbalar en la cuerda y se detiene.

—¿Sucede algo? —pregunta Brian desde abajo.

—Es… ¡gasolina!

—¡¿Qué?! ¿De qué hablas?

—Se está derramando gasolina en la soga, debo bajar…

—¿Pero qué mierda…? —reacciona Brian mientras Jonás regresa lentamente.

Todos comenzaron a gritar e insultar a Ángel. Esto ya no podía tratarse de una broma. El compañero no responde en absoluto.

—Algo no está bien… —comenta César, acompañado luego por un silencio perturbador entre los integrantes.

—¡Demonios Ángel! ¡Responde maldita sea! —grita Brian con pequeñas señales de angustia.

La gasolina llega hasta la superficie, escapando de la cuerda, pero sin detenerse. La angustia comienza a rodear al grupo, quienes empiezan lentamente a desesperarse. Brian siente el deseo no estar allí y parece arrepentirse de haber venido. En esos instantes de locura, mientras la gasolina toma la superficie, Brian se arrepiente de haber ignorado la advertencia de Terance, dándose cuenta tardíamente que su tío tenía razón.

Los muchachos retrocedían a medida que la gasolina los presionaba hasta las paredes, pero Brian permanecía inmóvil.

—¿Qué haces Brian? ¡Sal de ahí! —le grita César.

—Perdónenme… —responde cabizbajo

—¿¡Que dices!?

—Todo es mi culpa…

Aunque sus amigos mantenían las esperanzas de escapar, Brian sabe que no tienen escapatoria. Observando la superficie por última vez, puede ver la mano de una persona. Su mente se encuentra perdida siendo consciente de la triste muerte que le espera.

La soga es encendida finalmente. Brian se sienta sobre la gasolina esperando su muerte, escuchando ligeramente los gritos desgarradores de sus compañeros inmersos en la locura. El tiempo parece avanzar más lento, y los sonidos apenas se oyen, cuando estas a punto de morir.

El sujeto que se encargó de matarlos se aleja lentamente, pisando el cuerpo de Ángel mientras avanza. Nadie oye los gritos, éstos se pierden en el vacío de la noche.

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