Escuche como tu voz desgarradora me pedía ayuda.

Me contabas que te estabas rompiendo por dentro, que el azar había sido demasiado cruel contigo. No sabías que hacer. Tu esperanza se esfumaba y, con ella se llevaba la esencia que te hacía luchar. Todo iba mal. y en tus ojos vi la idea de saltar, habías perdido contra esa balanza que te hizo acertar al lado equivocado.

Sabías que tu mitad se había perdido, sabías que tus segundos se habían acabado. Era hora de desistir.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS