El gran impacto que tiene del entorno en nuestra conducta en la obra Hábitos Atómicos de James Clear
Ortiz More, Kevin Anderson
Padilla Cuadros, Juan Diego
Trigoso Trigoso, Adriano
Propósito:
“Concientizar a los lectores sobre la importancia del ambiente tanto en el desarrollo como en la formación de buenos hábitos”
¿Te has preguntado alguna vez por qué es tan difícil cambiar un mal hábito o establecer uno nuevo?
Leer “Hábitos Atómicos” de James Clear es una experiencia fascinante. El libro no solo presenta ideas y estrategias sobre el comportamiento, sino que también nos desafía a reflexionar y corregir los enfoques erróneos que hemos estado utilizando toda nuestra vida para intentar cambiar. Al poner en práctica sus consejos nos daremos cuenta de que se puede lograr un gran avance significativo, abriendo un camino hacia la mejora personal de manera sencilla y efectiva.
La influencia de nuestro entorno en nuestras decisiones y comportamientos es un tema estudiado y reconocido en diversos campos. El contexto físico y social en el que nos encontramos no solo moldea nuestra conducta, sino que también dicta la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Como se expone en el siguiente análisis, las condiciones ambientales no solo afectan la forma en que nos comunicamos y nos comportamos, sino que también son responsables de nuestra forma de pensar y la exposición de nuestros hábitos. En el capítulo «La motivación está sobrevalorada; el ambiente a menudo es más importante», se menciona lo siguiente:
El ambiente es la mano invisible que moldea el comportamiento humano. A pesar de que tenemos personalidades únicas, ciertas conductas tienden a generarse una y otra vez bajo ciertas condiciones del ambiente. En la iglesia, la gente tiende a hablar en murmullos. En una calle oscura, la gente actúa de manera precavida y cauta. Como vemos, la forma más común de cambiar no es interna, sino externa: el mundo a nuestro alrededor nos cambia. Cada hábito depende del contexto. (Clear. J, 2018, p. 77).
Este fragmento muestra cómo el ambiente que nos rodea influye significativamente en nuestro comportamiento y nuestras acciones. Ejemplos como el murmullo en una iglesia o la precaución en una calle oscura ilustran cómo ciertas situaciones provocan comportamientos específicos en las personas. Se destaca que el cambio más común no ocurre internamente, sino externamente debido a la influencia de lo que nos rodea. Esto subraya la idea de que nuestros hábitos y conductas están relacionados con el contexto en el que nos encontramos.
Este análisis resalta la idea de que, aunque todos tenemos personalidades únicas, nuestras acciones y hábitos pueden ser moldeados significativamente por las condiciones externas. Es crucial recordar que, aunque el ambiente juega un papel importante, también tenemos la capacidad de ejercer cierto control sobre nuestros propios comportamientos, incluso en situaciones desafiantes o condicionantes.
Apoyando nuestro punto de vista de aquel fragmento La Dra. Alice Boyes, en su artículo: «6 Formas sorprendentes de cambiar hábitos y transformar tu vida» nos dice: “»Nuestro comportamiento, incluidos nuestros hábitos, está determinado por nuestro entorno. Si te pones repetidamente en un ambiente que apoya un hábito deseable, eventualmente, se afianzará.» (Boyes. A., 2023).
La Dra. argumenta que el ambiente en el que residimos ejerce una influencia significativa en nuestras conductas y rutinas. Es crucial considerar cómo podemos modificar nuestro entorno para fomentar hábitos beneficiosos. Por ejemplo, si aspiramos a establecer una rutina de ejercicios, podría ser fundamental estar rodeados de personas que aprecien la actividad física y disponer de un espacio dedicado al entrenamiento en el hogar. No obstante, surge la interrogante: ¿Qué tan viable es transformar nuestro entorno en la práctica, especialmente cuando nos enfrentamos a restricciones externas como la ubicación geográfica o compromisos laborales? La habilidad de ajustarnos a nuestro entorno parece ser una herramienta de gran valor para facilitar el cambio, aunque también conlleva un desafío considerable.
Es por ello que a continuación se explicarán estrategias para tener una mejor percepción y entender de mejores maneras distintos puntos técnicos que pueden ayudar en el desarrollo de hábitos, con ejemplos y maneras de emplearlos. Ya explicado como lo que nos rodea sí influye ahora iremos por partes y comenzaremos por lo crucial que resulta la organización y distribución que podemos emplear en nuestro entorno para que sirva de estímulo sin recurrir a la motivación.
Thorndike y sus colegas cambiaron la forma en que las bebidas estaban distribuidas en la cafetería del hospital, añadiendo botellas de agua en varios lugares estratégicos, lo que resultó en una disminución del 11.4% en las ventas de refrescos y un aumento del 25.8% en las ventas de agua embotellada (Clear. J, 2018, p. 77).
Este fragmento explica cómo se pueden alterar conductas sin forzar la motivación, simplemente modificando el entorno para que las opciones saludables sean más visibles y accesibles. Thorndike no habló directamente con nadie para convencerlos de cambiar sus hábitos; en su lugar, ajustó el entorno para facilitar mejores elecciones. Este estudio es un excelente ejemplo de cómo los pequeños cambios en nuestro entorno pueden tener un gran impacto en nuestras decisiones y acciones cotidianas. Este método innovador ofrece una gran alternativa dejando de lado el depender solo de la motivación, que a menudo se nos hace inconsistente.
Dando paso a el artículo; que refuta la idea sobre la importancia de nuestro entorno físico y como afecta nuestras acciones, menciona lo siguiente:
Con relación a los factores ambientales, se toman en cuenta aquellos que son literales, es decir, el ambiente físico de la persona. La estimulación sensorial y la configuración del entorno de un individuo tienen un efecto directo en su personalidad (González Juárez. S, 2023)
Tras el análisis concluimos que nuestro entorno físico, incluidos sus aspectos sensoriales, afecta directamente nuestra conducta. Según el estudio, la personalidad, el estado de ánimo y el comportamiento se ven afectados a largo plazo. Estar más conscientes sobre esta influencia nos permite tomar medidas para mejorar el bienestar y la productividad, modificando el entorno para maximizar la estimulación positiva.
Cuestionándonos, podemos decir ¿Qué pequeños cambios podríamos hacer en nuestro entorno para fomentar hábitos más saludables o comportamientos positivos?
Si bien la forma en la que organizamos nuestro entorno juega un rol importante al momento de hablar sobre cómo nos comportamos en el día a día. También se tiene que tener en cuenta la presencia de señales que provoquen la formación del hábito que queremos desarrollar. James Clear sostiene lo siguiente:
Si quieres que un hábito sea una gran parte de tu vida, convierte la señal en una gran parte de tu ambiente. Las conductas más perdurables generalmente tienen múltiples señales. Considera, por ejemplo, de cuántas maneras un fumador puede ser tentado a sacar un cigarro: conduciendo en su coche, viendo a un amigo fumar, sentirse estresado en el trabajo y así sucesivamente. La misma estrategia puede emplearse para los buenos hábitos. (Clear. J, 2018, p. 81)
Si deseamos que un hábito perdure y sea importante en nuestras vidas, es fundamental que la señal que lo desencadena esté profundamente arraigada en nuestro entorno. El texto aborda un concepto básico pero crucial: la implementación de señales o recordatorios en nuestro entorno para impulsarnos a realizar la conducta deseada. Nos presenta un ejemplo claro y aplicable: si quieres adoptar el hábito de leer más, coloca libros en cada rincón de tu casa, lleva uno contigo a todas partes y reemplaza el tiempo en redes sociales por lecturas cortas. Enjuiciando esta estrategia, es evidente que la repetición de señales aumenta las posibilidades de éxito, ya que crea un entorno que fomenta la repetición del hábito. Consideramos magnífica la idea de rodearnos de señales para reforzar el hábito deseado.
Continuando y tomando en cuenta el artículo que nos ayuda a entender mejor sobre las señales, que en este fragmento se le conoce también como disparadores, se menciona: “Por otro lado, los disparadores externos son señales en el entorno que activan una respuesta automática. Por ejemplo, ver un cepillo de dientes puede servir como disparador externo para cepillarse los dientes” (Formación de hábitos: Claves y Estrategias, 2024).
El texto menciona que los disparadores externos son señales de nuestro entorno que provocan una respuesta automática. Esto se relaciona con la anterior idea formulada en el libro de que es fundamental incorporar estas señales a nuestro alrededor para establecer un hábito de manera efectiva. Entendiendo esto, ¿Cuántos de nuestros malos hábitos son simplemente el resultado de señales ambientales a las que no hemos prestado suficiente atención? Preguntarnos de esta forma nos invita a considerar cómo podemos implementar esta estrategia en diversas áreas de nuestra vida, desde la salud hasta el crecimiento personal.
Llegados a este punto, captamos que la manera en que ordenamos el entorno tiene un impacto directo en la formación y mantenimiento de nuestros hábitos. No solo se trata de cómo organizamos nuestro espacio físico, sino también de cómo utilizamos las señales a nuestro alrededor. Ahora toca comentar sobre un punto que resulta crucial al igual que los otros dos, el diseño de nuestro espacio. James Clear profundiza en esta idea ya que tiene un impacto profundo
El diseño del ambiente es poderoso no solo porque influye en la forma en que nos relacionamos con el mundo sino también porque raramente lo hacemos. La mayoría de la gente vive en un mundo que otros han creado para ellos. Pero tú puedes alterar los espacios donde vives y trabajas, para incrementar tu exposición a las señales positivas y reducir tu exposición a las señales negativas. (Clear. J, 2018, p. 81).
El modelo de nuestro espacio ejerce un dominio poderoso en nuestra manera de interactuar con el exterior, algo que pasa desapercibido muy seguido. Muchas personas se encuentran habitando en espacios predefinidos por otros, limitando así su capacidad de intervenir activamente en su entorno. Lo que el autor destaca es que se puede alterar tanto el lugar donde vivimos como el que trabajamos, desde una reorganización, hasta el guiarnos de modelos creativos y saludables que nos ayuden a mejorar.
Sosteniendo lo anterior dicho, sirve de ayuda este fragmento que nos da una idea más clara del concepto anterior: “El diseño ambiental se trata de una disciplina, cuya finalidad es crear espacios habituales puede estar directamente vinculado con espacios públicos como parques, y otros entornos arquitectónicos únicos.” (Pérez Marrero. C, 2022).
Gracias al texto ahora nuestro análisis con el tema es más preciso, podemos decir que el concepto de elaboración de nuestro espacio no solo se va a basar en el interior, sino que también tiene impacto los lugares públicos a los que podemos estar expuestos como lo puede ser un parque y otros espacios. Esta idea no solo se enfoca en lo estético sino, como menciona Clear (2018) busca optimizar la funcionalidad y la interacción humana con lo que nos rodea. La reflexión que nos deja es que la elaboración de nuestro entorno no solo es algo decorativo, sino que resulta en una herramienta poderosa, que busca la mejora de la calidad de vida personal y la inclusión de entornos más favorables para todos.
En conclusión, el capítulo en el cual nos enfocamos de la obra de James Clear destaca no solo el concepto y la idea de la relevancia que tiene el entorno sino también la organización de nuestro ambiente, la detección de señales, así como también su buena implementación a nuestro alrededor y por último el diseño que queremos darle a este. De este modo al adoptar estas estrategias, podemos transformar nuestros ámbitos para que trabajen a nuestro favor, promoviendo un mejor estilo de vida. Así, la clave para la formación de buenos hábitos no solo dependerá de la motivación personal, sino también en la cuidadosa organización de nuestro entorno cotidiano.
Referencias:
Boyes, A., PhD. (2 de mayo de 2023). Estrategias inteligentes para probar si los consejos de hábitos tradicionales todavía se sienten como trabajo duro. Psychology Today https://www.psychologytoday.com/es/blog/6-formas-sorprendentes-de-cambiar-habitos-ytransformar-tu-vida
Clear. J, (2018) Hábitos Atómicos. Editorial PAIDÓS. https://d3g4v0cf6ioz32.cloudfront.net/teccuicalli/BibliotecaGrupos/d8cd22cd_e2d0_424d_91e7_e43c4b38875e.pdf
Formación de hábitos: Claves y Estrategias. (17 de abril de 2024). Revista Completa. https://revistacompleta.com/formacion-de-habitos-claves-y-estrategias/
González Juárez, S. (28 de julio de 2023). ¿Cómo influye el entorno en el comportamiento? https://lamenteesmaravillosa.com/como-influye-el-entorno-en-el-comportamiento/
Pérez Marrero, C. (16 de junio 2022) ¿Qué es el Diseño Ambiental y cuáles son sus beneficios? HETEROCROMIA. https://heterocromia.com/que-es-el-diseno-ambiental/
OPINIONES Y COMENTARIOS