Que mis días pasan
que la saliva del cemento también.
Que no le encuentro forma
a tu contenido, a mi contenido.
Que no sos mi contenido,
que no soy tu forma.
Que no soy los días.
Que no sos la saliva.
Que una sonrisa es más dura
que un diente arrancado a martillazos.
Y que tu sonrisa la escupí
junto a la sangre
de mis encías.
Y que mis labios son un bisturí oxidado,
que no tajean ninguna carne,
que coagulan, que gangrenan.
Y que tu sonrisa,
que tu sonrisa no me gusta,
Y que no encuentro otra,
y que no busco otra.
Que tu sonrisa la escupí,
más allá del cielo
junto a la sangre de mis encías
y que abro la boca
y que a cada rato me agarran nauseas.
Arcadas.
De tu sonrisa.
Que tu sonrisa no me gusta,
salvo cuando me atraganto
me asfixio y me vuelvo autopsia.
De tu sonrisa.
De tu sonrisa que nada tiene de sonrisa.
OPINIONES Y COMENTARIOS