A un cuando te marchas lloro de amor,
Grita el silencio de mis ojos,
Matices de gris pintan el cielo
Mes veraniego y solitario.
Cuando te marchas llueve.
Llueve en mis ojos
Gruesas gotas del alma.
Das media vuelta y te despides
Con un saludo entre tus manos,
Presumiendo simpatía,
Ocultando tus sollozos,
Fingiendo no estar enamorada…
A un cuando te marchas
Me despido de ti,
Tu amigo, tu amante, tu eterno enamorado…

Tomaste mi mano frágil
dándome un beso en la palma,
empuñándolo en mi mano
quise tirarlo por la rabia,
pero no pude,
lo guarde entre mis gruesos dedos,
mientras mis manos temblaban
por el llanto del alma.
Abrí la palma y sople,
sople tan fuerte
que voló de prisa…
El beso.
Se lo llevo la brisa
o quizás el tiempo,
caería en el mar
o chocaría con el tren
de los recuerdos.
A un cuando te marchas
te despides de mi
con un beso que ahora tiene vida propia
vive sin nosotros
sin tu terquedad y la mía.
Ese beso es la única evidencia
de lo tuyo y lo mío…
De lo nuestro.
Porque «aun cuando te marchas».
Te quiero (…)

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