Primera parte: “Ando como un vagabundo por la ciudad, buscando de un amigo algo de hermandad, pero lo que encuentro en realidad, es desprecio y rechazo; Y busco, pero no encuentro amor real, para llenar el vacío que hay en mí, y que no se llenará jamás con superficialidades; y busco, pero no encuentro amor de verdad.” Pienso de muchas formas y en muchas cosas, pero no tanto en mis debilidades y cansancio; Medito sensato, anhelando en mi alma inconforme sobre aquellas cosas que deseo, y que se hace cada día inalcanzable; Pero no por incompetente e ignorante, sino por el hecho ineludible de cierto adversario que se opone. Además me enfrento a mis temores, con dudas intermitentes que me hacen sentir impotente; Mi palabra como espada la afilo con mis dientes, y el escudo de mi fe lo sostengo con mi mente. Y como un ser incomprendido me formulo a mí mismo: ¿Quién es mi adversario?; En realidad, ¿a quién le favorece mi fracaso? Toco la puerta desde adentro hacia afuera, pero con golpes violentos, como alguien desesperado que se encuentra en cautiverio; Pronto seré libre de mi soledad amarga, soledad inmensa, repleta de emociones reprochables con sensaciones frustrantes que me lleva hacia la muerte. La alegría se apartó de mi lado, y mi paz me ha abandonado; Y como un ser inadaptado, en mí la amargura y melancolía se abren paso. Grito en silencio para no ser descubierto, con lágrimas amargas que corren por mi cara, y que queman como fuego de deseos arraigados en mi alma; Será, quizás en el momento que alguno de mis deseos sea consumado, vuelvan mi alegría y mi paz a mi lado. “Pero aquí estoy, y si no pueden verme, es porque me encuentro en lo interno de mi mente; Soy invisible, inimitable, insatisfecho, e inocente en mi propio Universo.”
Segunda parte: Sin embargo ansió desesperado y angustiado alcanzar mi meta, pero debo permanecer inerte aunque no quiera, hasta que logre abrir la puerta; Puerta que se abre desde adentro y no por fuera. Te vas alegría, me abandonas paz; Hacen morada permanente en mi carne la amargura y decepción; Debo mientras tanto soportar con indignación a otros que aparentan ser felices, pero es una mentira. Es para mí inaceptable la hipocresía, y el fingir buena venturanza en este mundo basado en ciencia ficticia; Además reconozco que vivo estoy, aunque mi soledad me hace sentir lo contrario. Y desde que alcance mi conciencia comprendí, que no debo enredarme en mentirosas redes; Aunque también reconozco que otros quieren envolverme en sus propios engaños, no me convencen. Se transforma en maldición el don que adquirí el día que nací, en este mundo hostil, porque la tragedia y el fracaso me persiguen en cada paso; Acelero mis pies hacia delante para avanzar más rápido, pero no alcanzo llegar a ningún lado; Y el ardor de mi quebranto se hace peor a cada rato. Tengo el deber moral, un principio ético personal, y es que soy leal a mí mismo; Porque mientras otros se engañan y traicionan entre ellos, yo cumpliré aquello que me prometo. La muerte aun no me reclama, pero si he estado en algunas situaciones complicadas, donde mi vida se ha tornado amenazada; Me ha tocado sólo complacerme, el frío sólo se siente, y el miedo se enfrenta sólo; ¿Cómo ser valiente y esforzado en soledad?, ¿Cómo avanzar hacia delante o atrás, reconociendo que ninguno me espera en el principio ni al final? “Pero aquí estoy, y si no pueden verme, es porque me encuentro en lo interno de mi mente; Soy invisible, inimitable, insatisfecho, e inocente en mi propio Universo.”
Tercera Parte: Por lo tanto, me he tenido que volver creador de un Mundo imaginario, una realidad alterna, para apartarme del vicio y el lucro de las drogas; Los crímenes de lesa humanidad que en la política se alojan; El homicidio premeditado y con alevosía que ofrece la religión; E inclusive, apartarme de la homosexualidad y prostitución. Aunque antes de apartarme de estas cosas muy negativas, me he alejado de mi propia familia. Amistades, novia o esposa, e hijos ¿Dónde están?, no existen en el mundo real; Casa propia, negocios, reconocimiento, nada de esto tengo; Y no es por inepto, sino que me han negado mis derechos. Por ende, quizás con este contexto en mi parlamento, aparente yo ser mediocre y patético; Pero desde algún tiempo ando construyendo un Mundo nuevo, con un nuevo Universo. Mi soledad para mí no ha sido tan favorable, aunque no es bueno que ninguno esté sólo, porque tiende a amargarse. El conocimiento que poseo no me pertenece, porque al morir se pierde, y no tengo quien lo herede; Es cierta información que me comparten con el deber de impartir sabiduría, esta se basa de experiencias adquiridas de una masacre de personas en masa; El abandono de mi madre a mis tres meses de nacido; El abuso infantil que tuve que sufrir cuando era un niño; El maltrato de mi madrastra con un objeto caliente; E inclusive, un accidente de tránsito terrestre donde fallecieron dos personas, y yo sobreviví; Mis intentos de suicidio para poder salir de este mundo hostil; y sin descartar el desprecio y rechazo femenino. ¿Condenación y castigo?, ¡Infierno ya palpable!; No soportaré para siempre el peso de mi indignación. Finalmente, ésta sociedad humana que se hace cada día egoísta, en un mundo absurdo y, obviamente decadente: Creen en sanidades milagrosas, y en la unidad; En el amor fraternal, y el perdón de los pecados; Además en la eternidad. Pero en realidad no creen en la hermandad, que es algo más que compartir una porción de pan; Es dejar la comodidad y el placer personal, por ayudar en verdad a aquellos que tienen peores problemas que una enfermedad, o discapacidad. Y así rescatar algo emocional de las personas, para que se llamen humanidad; Considerando además las palabras de aquél maestro, “Amaos los unos a los otros”; pero que el amor sea sin fingimientos. “Pero aquí estoy, y si no pueden verme, es porque me encuentro en lo interno de mi mente; Soy invisible, inimitable, insatisfecho, e inocente en mi Propio Universo.” ¡Ya me verán!
Letra inspirada de mis propias experiencias, dolor y sufrimiento.
Aclors. /El Sobreviviente.
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