Y ahí estaba yo sentado en una silla recordando cómo era mi vida después de esto, después de que ellos se fueran de mi lado.

Soy yo, un chico no muy popular pero alguien en quien puedes confiar, tomando en cuenta que en estos tiempos lo que más necesitas es la confianza de una persona……….me considero especial.

Hace 3 años conocí a una persona a la cual considero una de las personas más importantes dentro de la corta vida que llevo vivida hasta este momento, el se llama Ben, es muy raro, siempre esta serio pero su familia es de mucho dinero, gracias a un videojuego en el que coincidimos que era un asco nos conocimos, y desde ese día supe que el seria mi amigo.

Nuestros gustos eran peculiares, a los dos nos gustaba el anime yhablábamos de el por horas sin cansarnos, su anime favorito eran “Los caballeros del zodiaco” en especial la saga de las 12 casas, yo no me centraba mucho en el anime, lo mío eran más los comics, que para mi sorpresa, cualquier comic que le comentaba el me decía que lo tenía. El era algo así como un musulmán con muchas esposas y dinero.

El tenia un amigo llamado Elías, el cual era muy teto, para ser sinceros pensaba que era “especial” por así decirlo.

Pasando las clases y las horas de la escuela, mas lo conocía y de poco en poco su seriedad fue desapareciendo, lo único que necesitaba era entrar en confianza con las personas que lo rodeaban incluyéndome a mí.

Al poco tiempo descubrí que teníamos el mismo gusto musical, el rock, pero no solo el rock, sino también algunas bandas japonesas, la primera vez que me invito a su casa su mama parecía inexpresiva, no sonreía, no se enojaba, no hacia gesto alguno que demostrara que estaba viva. Ben tenía dos hermanas, Ana, quien era la mayor de edad, y Judith quien era la menor de ellos 3, su hermana mayor mostraba cada vez más interés en conocerme, mis gustos, mis penas, mis temores, incluso mi comida favorita.

Siempre que era un nuevo día para ir a la escuela, podía observar a una joven muy bella de cabello negro, siempre llevaba puestos unos lentes de color negro, que combinaban perfectamente con su rostro. Su nombre era Amanda, además de tomar el mismo transporte que yo para ir a la escuela iba en mi salón de clases, yo hacía de todo para llamar su atención pero nunca conseguía resultados satisfactorios, tanta era mi desesperación de llamar su atención que en algún momento llegue a poner atención en las clases de matemáticas para que me pidiera ayuda y así poder pasarle los ejercicios, solo quería que me dirigiera la palabra pero en medio año que trate de conseguirlo no conseguí nada, después de eso me decepcione porque mis esfuerzos fueron en vano, así que decidí no volver a intentar algo así en mi vida, pasaron muchas tareas y muchos regaños para que por fin pudiéramos salir de vacaciones.

Entrando a clases después de salir de vacaciones de verano nos asignaron especialidades de estudio a cada uno, a ben y a mí nos toco la especialidad de programación, no era algo que quisiera paro todo era mejor que quedarme en belleza con muchas mujeres.

El maestro de programación que nos toco se llamaba Teodomiro, exacto, como el de Alvin y las ardillas, recuerdo que él nos dijo una frase que nunca olvidare.

“Muchas veces las personas no saben que es lo que desean, hasta que aparece algo quelescambia su punto de vista y decide darle paso a nuevas aventuras”

No estoy muy seguro de si esa frase la saco de algún libro de filosofíao se la invento para darle paso a un nuevo capítulo de mi vida, pero de lo que si estoy seguro es de que esa frase me ha servido mucho en gran parte de mis decisiones.

Terminando mis clases de la escuela, salí del plantel para así poder irme a mi casa, espere mi transporte y me fui en el, dando la vuelta en una calle que daba para un parque vi que un chavo transbordo, lo reconocí enseguida, era uno de mis compañeros de clase, el se llamaba Juan, no era muy alto que digamos, era de tez güera, en ese momento los dos chocamos las vistas y nos reconocimos, yo fui el primero en hablar

  • -Hola, oye yo te conozco, eres uno de mis compañeros de clase, no sabía que tomabas esta ruta.
  • -Jajaja, sí, yo tomo esta ruta.

Exactamente fue todo lo que dijo, y en mi mente pensaba “que tipo más raro, es muy tímido”

Trate de hacerle la plática pero en cada dialogo que le decía él me respondía muy cortante, yo trate de convencerme de que en realidad era la primera vez que nos hablábamos y que por eso el era muy cortante y tímido, así que di por alto todas sus acciones y deje de hacerle la plática casi llegando a mi casa, al llegar a una iglesia que estaba por donde vivíamos el bajo y se despidió de mi, pensé que era un avance, digo, no tuve que despedirme yo de él, sino el de mi.

Llegue a mi casa y me puse a pensar “¿Le volveré a hablar a aquel muchacho?”, “¿En donde vivirá?”, al hacerme esas preguntas, sabía que aquel muchacho había llamado mi atención.

Para el día siguiente lo primero que hice al llegar a la escuela fue buscar a Juan, entre al salón y en efecto, ahí estaba sentado con dos personas más, a las cuales yo nunca había visto en el salón, fui y me senté alado de Ben, lo único que esperaba era que la clase terminara para poder saludar a Juan y me presentara a esas dos personas.

Pasaron exactamente cuatro horas para que por fin pudiéramos salir a tomar un descanso y comprar algo de comer, exactamente en el momento que termine de guardar mis cosas, me lo encontré en la puerta junto a las otras dos personas, parecían esperarme para ir a comer, así que me apresure para poder estar con ellos.

Al salir del salón ahí estaba Juan esperándome para saludarnos

-Hola

Dije mientras le daba la mano para saludarlo.

-Hola ¿Como estas?

Respondió mientras chocábamos las manos.

-Te presento a Jorge y a Azgad, son unos amigos que conocí hace 1 año en propedéutico.

En ese momento entre en pánico y no supe que responder, en realidad no sabía que responder, no era algo de otro mundo, pero fue extraño que me presentara a amigos de hace un año.

Lo único que hice fue responder con un “Hola” a secas, ahora era yo el tímido.

Pregunto Juan mientras yo pensaba en que decir y no morir de un paro cardiaco en ese momento.

Todos decidimos comer y pasar el receso junto para así conocernos, no sabía que en ese momento conocería a los que serian mis mejor amigos para toda la vida.

Hasta este punto de mi vida yo siempre pensé que el conocer a personas nuevas era malo, pues en algún momento ellos tendrían que partir y tomar caminos diferentes a los tuyos, pero ellos me hicieron reflexionar sobre ese pensamiento, en realidad no es bueno ni malo conocer a las personas, simplemente debes de disfrutar los pequeños momentos que acompañan a los sentimientos que compartes con ellos.

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