Año Nuevo, ¿Vida Nueva?

Año Nuevo, ¿Vida Nueva?

Jota Báez

04/02/2022

-¿Ya estás lista Margarita?

+Todavía no…

-Bueno, apuráte, que el coche nos viene a buscar en un ratito…

+Sí, ya sé pero no puedo terminar de encontrar qué ponerme

-¿A esta hora de la noche me venís a decir que no sabés qué ponerte cuando tuviste todo el día y todo el año para pensar qué ropa usar hoy?

+¿Pero vos te pensás que yo desde el primero de enero estoy pensando qué es lo que voy a usar el 31 de diciembre?

-No te digo que literalmente desde el primero de enero estés pensando qué vas a usar el 31 de diciembre lo que te digo es que tuviste tiempo para decidir qué usar hoy y no lo hiciste…

Yo no veía la hora de que llegue el 31 de diciembre. ¡Por favor! ¡Necesito un cambio de vida urgente! Menos mal que se va este año de porquería…

+Lo del año de porquería lo decís por tu divorcio? ¿O porque te sacaron la gerencia? ¿O porque te tuviste que mudar un departamento más chico?

-Por todo lo digo, flaca. Por todo.

Quiero que lleguen las 12, brindar y olvidarme de todo. Pero absolutamente de todo. Y si puedo besar a un tipo que desconozco y pasar la noche con él, mejor.

+¡Ah! ¿Pero vos querés cambiar posta? Bueno, ponéle que querés cambiar todo de verdad…

-¡Sí, obvio que quiero cambiar todo de verdad! Es más! ¡Creo que puede suceder en esta misma noche!

+¿En serio a cambiar toda esta noche? ¿Vos te estás escuchando lo que acabás de decir?

Para tener 45 sos bastante ilusa, mi vida…

Mirá si por cambiar de año te vas a olvidar de tu ex, de que un estúpido te arrancó la gerencia y que te tuviste que mudar a un departamento más chico porque el sueldo también te lo bajaron… ¡Dios mío!

-Mirá dicen por ahí que lo que uno cree, éso sucede. Y yo la verdad creo que esta noche pueda cambiar todo…

+Bueno si vos lo crees así, entonces será así, Laura… ¿Qué querés que te diga? A mí me parece que no. Pero no puedo hacer nada para que cambies de opinión.

-Llegó el coche, Margarita… ¿vamos? Decime que en todo este tiempo te vestiste por lo menos.

+¡Obvio! No voy a estar desnuda charlando acerca de que querés besar a un desconocido y pasar con él la noche para olvidarte de, según vos, el año de porquería que tuviste…

– ¿Y qué? ¿No fue un año de porquería? ¿Mira si te llega a pasar a vos? ¡Dios mío! Estarías 5 días llorando… Que sos más escandalosa que un chancho cuando lo van a carnear.

+Sí, tienes razón. Bueno, no importa vamos.

¿Estoy bien así?

-¡Estás hecha una diosa total! siempre terraza, nunca sótano.

+¡Así es mi ciela! ¡Siempre arriba, bien arriba!

Se fueron las dos. Llegaron al salón, cenaron, se rieron, tomaron, bailaron… Margarita conoció a un muchacho que le pareció muy atractivo. Terminó bailando con él toda la noche. Cuando digo toda la noche, digo dos, tres de la mañana.

Le hizo señas a Laura que se iba con él.

Laura, entre risas y guiños, le dio el visto bueno. Así que Margarita se marchó.

8:45 a.m. del primero de enero.

Margarita tenía el celular en modo vibrar. Se despierta y ve la llamada.

A su izquierda, el bailarín que la había conquistado en la madrugada. Semi tapado con una sábana blanca y el torso desnudo. Ella, en la misma condición.

Atiende el teléfono y del otro lado se escucha: Margarita, soy Alberto. Te extraño. La casa está vacía sin vos. ¿No querés volver conmigo? Te puedo hacer gerente de vuelta…

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