Esta es una historia sin nombres porque son demasiados los nombres y los rostros tocados por realidades parecidas.
Esta no es una historia de justicia, tiene un final aunque no tenga sentido, para algunas personas no es necesario el sentido, seguramente no es el que uno desearía para si mismo o algún familiar o amistad, pero todas las historias tienen un final nos guste o no, no hay héroes, solo victimas en mayor o menor grado, dudo que sea una historia de amor sin importar el cristal con que se mire. Cabe resaltar que no es una historia basado en hechos reales (a lo que yo se) pero no quiere decir que no tenga algo tomado de hechos reales con o sin mi conocimiento.
El la amaba.
Quizá ella no sabia su nombre ni siquiera que el existiera, no hasta ese noche. Esa noche ella conoció acerca de su existencia, la sensación de cinta tape sobre su piel, la negrura del interior de una cajuela de auto cerrada, su nombre (el cual solo menciono en una ocasión y no se preocupo en recordarlo), el calor de su sangre coagulando sobre su cabello, la fragancia dulzona del cloroformo (aunque ella no sabia que se trataba de ello, no en ese momento), un dolor pulsante en su cabeza como no había conocido en sus 18 años, no precisamente en ese orden claro esta.
Que se podría decir de el? la verdad es que se podría hablar mucho sobre lo evidente a simple vista o con el conocimiento de los hechos que su madre compartía a su grupo de amistades, que hace años nadie le conocía un trabajo estable, su afición al cigarro, del hecho como siempre le faltaba dinero de la jubilación y en una casa donde solo vivían dos personas pues pocos eran los sospechosos. No faltarían los rumores; que continuamente se le veía rondando cerca de escuelas preparatorias a la hora de salida, sentado en ocasiones en medio del sol o la lluvia sin motivo aparente en la ruta que tomaban forzosamente las jovencitas que salían del colegio católico. En retrospectiva el gentío caía en que estas costumbres y actos «extraños» era indicativo de que probablemente algo andaba mal con el tipo, pero no seamos tan duro con ellos, cuantos de nosotros no hemos dicho o pensado «ahora todo tiene sentido» como idiotas cuando nos enteramos que nuestra pareja abusaba de nuestros hijos, que nuestra pareja nos era infiel, etc.
Algunos optimistas decían que quizá tenia algún amorío en secreto y decidieron hacer su vida lejos de la interferencia de sus familias y amistades. Los pesimistas, pues bien, ellos preferían solo expresar sus suposiciones en cuchicheos o pensamiento para si mismos.
-Te dije que estoy ocupado, no estas viendo tengo que bastante trabajo?- dijo el inspector al agente que intentaba por segunda ocasión poner mas de un pie en su oficina.
-Señor, es que es la segunda vez que vienen los papás de la muchacha.. la primera vez se retiraron cuando les dije que aun no se cumplían las horas necesarias para hacer el reporte.
El inspector levanto la mirada con el fastidio y los ojos irritados de alguien que lleva despierto mas del tiempo soportable para mantener la propiedad, se quedo observando en silencio mientras juzgaba la apariencia del uniforme del agente, el cabello mas largo de lo usual, la mancha de comida en su camisa, su cinturón seguramente había visto mejores días y el calzado no se quejaría de una boleada. Dejo el montón de papeles a lo intentaba darles algún sentido antes de la intrusión, se levanto y mientras salia de la oficina solo escupió de mala gana.
-Voy.
Mientras caminaba al lobby se acomodaba la corbata de tirantes, a sus 56 años había adquirido el habito de preferir la funcionalidad a la estética, lo cual era algo que aplicaba a varios ámbitos de su vida, vio a su compañero mucho mas joven sentado en la esquina del escritorio mas grande afuera de una oficina individual, la secretaria del comandante -Le gusta jugar con fuego a este inútil-. Era uno de los defectos de su compañero en opinión del inspector, no es que su colega fuera tonto ni mucho menos, hubo otros aspirantes al puesto mas estudiados y quizá con mejor juicio a la hora de escoger «victimas», pero sabia lo que el quería en un compañero; alguien que hiciera lo que el ordenaba sin pedir muchas explicaciones y que se mordiera la lengua si alguien le cuestionaba sobre su jefe directo. De tal manera que cobro algunos favores aquí y allá para poder escoger el mismo a quien seria su nuevo compañero.
-Romeo, vente vamos, parece que tenemos un caso.
Su nombre real no era Romeo. Hacia tiempo que el joven rompe corazones se había acostumbrado a los apodos rotativos acorde al humor de su jefe. Se levanto desganado y tratando de acomodar el bulto que se empezaba a pronunciar en sus pantalones después de haber estado recitando versos en pos de conquistar el corazón y las piernas de la secretaria del comandante. La mayor parte fueron escenarios y actos obscenos que juraba tener el vigor y la resolución de infligir en ella si se lo permitía. La secretaria se acostaba con el comandante pero eso era algo que el no necesitaba saber o poco le hubiera importado a Romeo.
Apresuro su paso para alcanzar a su jefe inmediato y al ponerse a su lado le dijo en voz baja.
-Si al que vamos a buscar lo encontramos vivo yo mismo le meto un plomazo por dejarme las bolas azules.
-Me conformo que con que lo encontremos como sea pero que sea rápido, tengo otras cosas que hacer- Indico el inspector.
Después de presentarse la pareja de inspectores y recibir insultos por parte de los familiares por la falta de atención y el tiempo perdido en inactividad por parte de los servidores públicos, estos lograron calmarlos y obtener los datos del caso que consideraron pertinentes para comenzar sus indagaciones. Cosa que se dieron a la tarea, no tanto por vocación o una llamada del deber, mas que todo para dejar de escuchar los insultos y comentarios sarcásticos como sospechaba el agente asignado a la recepción cuando le dejaron la tarea de levantar la denuncia correspondiente y demás tramites burocráticos. Ya informaría el policía de tropa al comandante que se adelantaban para iniciar las pesquisas en campo en lo que el resto de la unidad se volcaba al resto de las tareas mas técnicas.
-Entonces, donde quieres ir primero?- preguntaba Romeo mientras se acomodaba en el auto y revisaba en el espejo que los chupetones quedaban cubiertos por el cuello de la camisa.
Mientras se terminaba de ajustar el cinturón de seguridad y encendía el auto el inspector dijo -La ultima ubicación que se tuvo fue cuando se despidió de sus amigas y se dirigía a su casa desde la neveria que esta a 15 minutos de su casa a pie- esto lo hacia no porque se preocupara por cumplir el reglamento de transito, era mas que todo porque había visto suficientes huesos rotos y heridas en carne viva por obviar esta sencilla medida.
-Entonces a la neveria- Los poderes deductivos de Romeo estaban que echaban chispas ese día.
Ni siquiera se molesto en responder, el detective veterano tenia cosas mas importantes que meditar, tenia cuentas por cubrir, sobornos que cobrar… y también otros que pagar, para rematar un caso que de acuerdo a la clase social y según sospechaba que tantos contactos tendría la familia de la desaparecida, no se trataba de la hija de políticos o magnates de la industria, pero seguramente tenia algún padrino al que recurrir para movilizar los medios y presionar a los altos mandos, los cuales a su vez presionarían al comandante, este al jefe de la unidad y final le dejaría el paquete a los mas tontos y jodidos de la unidad, para este caso a ellos dos, demandando resultados a ladridos y si eran no se ponían listos les dejarían la papa caliente sólita a ellos dos.
-La mierda siempre cae para abajo- Dijo para si mismo.
-Que?- Pregunto extrañado Romeo.
-Nada, cuanto crees que nos tome llegar ahí.
-Mmmm según mis cálculos unos 40 minutos si no topamos con trafico.
-Con mi suerte llegamos en dos horas.
-No se preocupe jefe para eso me tiene a mi, soy su amuleto de la suerte o no?.
-Pfff con tu suerte de mi lado? nos estrellamos en el camino con una pipa de gas.
-No sea así jefazo, yo se que me quiere en el fondo.
-Del rio…
Ambos se miraron en silencio durante un instante para luego reír a carcajadas, pero no todos compartían el mismo animo en la ciudad o al menos para fines prácticos un alma estaba muy lejos de lograr compartir tal sentimiento.
-Señor por favor déjeme ir, si quiere dinero use mi celular- Uno de esos bloques cuadrados y toscos, ya llevaba un buen tiempo apagado -Ahi esta el numero de mis papás, dígales cuanto dinero quiere y ellos se lo darán, pero por favor no me haga daño aaggghhhh!!- El ardor del alcohol en su herida le corto en un instante su hilo de pensamientos.
El tipo colocaba una gasa y la pegaba con cinta lo mejor que la mata de cabello de ella se lo permitía -Pero es que yo nunca te haría daño, si te di en la cabeza era porque el cloroformo tardaba mucho en hacer efecto y estabas haciendo mucho escándalo.
Se levanto de la colchoneta en la que ambos estaban sentados y agrego.
-Yo quería darte una sorpresa, sabes?.
-Qu.. que sorpresa?- miraba al rededor de ella sin logar ubicar la presencia de su captor.
-Sera mas fácil si te lo muestro- Dijo mientras se acercaba para quitarle la cinta adhesiva que le cubría los ojos -No te preocupes esta cinta no te lastimara y la de tus manos es mmm bueno solo una precaución, lamentablemente esa si puede dejarte un escozor si la quito con poca delicadeza, pero nunca te haría algo así, no a ti, a ti nunca-.
Ella tardo un poco en ajustar la vista tras sabe Dios cuanto tiempo sin gozar del sentido que durante tantos años dio por sentado y hasta este momento se pregunto si los invidentes sentían la misma clase de desesperación o tras años de tal existencia ya era algo normal para ellos.
Sus sentidos se esforzaban por absorber toda la información posible pero solo se sentía mas confundida mientras mas observaba, estaba sentada sobre una colchoneta como esas que se usan para hacer deporte, lo dedujo anteriormente por el tacto y el ruido plástico que provocaba al moverse los cuerpos encima de ella. Era una clase de bodega o se trataba de una casa que habían convertido en bodega, observo rollos de hule para envolver cosas, de esos que tienen burbujas, cajas que tenían la imagen de cintas adhesivas, bultos de cartón que suponía contenían cemento o algo similar usado en la construcción, cubetas con tapas de distintos colores. Frente a ella a unos 2 metros vio roperos como esos que se usan para guardar archivo o trapeadores y cubetas de la limpieza en oficinas, un escritorio de metal sin nada que llamara la atención, las paredes estaban pintadas de un color azul, las habían limpiado o posiblemente recién pintado supuso, ya que no compartían la misma apariencia descuidada de los demás objetos.
-Eran cosas de mi papá- tomo una pausa y agrego -Bueno todo esto era de mi papá, pero me lo dejo cuando falleció, el tenia un negocio. No funciono, pero que se quedo el terreno y el local.
-Que?- Ella aun estaba algo confusa en momentos, no sabia si era por el golpe o el cloroformo como acaba de enterarse.
-Es que el tenia un conocido que le vendió el terreno y le dijo que esta área estaba próxima a desarrollarse, que estaba planeado ser algo así como un corredor comercial, no como una plaza comercial sino como un fraccionamiento atras de aquí y en frente quedaría una avenida y pues la plus valía se iría por los cielos pero que necesitaba vender el terreno porque necesitaba el dinero para su esposa que estaba enferma y ocupaba un tratamiento muy costoso.
Ella lo observaba con la mirada de alguien que se acaba de despertar y no sabe si le están hablando a ella o siquiera sobre que le están hablando.
-Ni estaba casado el muy cabrón- Dijo el entre risas -Todo se lo gasto en viejas y pendejadas, el terreno se lo heredaron a el y sus hermanos. Pero tenia las escrituras, un abogado muy creativo y motivado, con esos amigos verdad?- En su cara mantenía una mirada y una sonrisa que jamas dañaría una mosca, al menos las moscas estaban a salvo de sus garras.
Ella empezó a gritar y patalear, pues de poco le podían ayudar sus manos atadas -Ya ya ya tranquila, nadie te puede oír y solo vas a lastimarte la cabeza- Le coloco un nuevo juego de cinta en la boca mientras le repetía que se calmara en un tono consolador a sus ojos, un tono enfermizo y desquiciante a los de ella.
-Voy a necesitar ver las grabaciones de sus cámaras, estamos investigando la desaparición de una jovencita y cada minuto cuenta- Dijo Romeo con autoridad al encargado de la neveria el cual se retiraba para hablar con el dueño del negocio. Volteo hacia su jefe el cual coordino con los padres de la muchachita que las amigas se presentaran a la neveria, según decía ese método le ayudaba a los interrogados a revivir con mayor intensidad y familiaridad los recuerdos de los eventos.
-Entonces no tiene novio ni esta saliendo con nadie?.
-No, ella solo esta concentrada en la escuela y sus papás tampoco le dan permiso- Dijo la muchacha que le recordaba a su hija la cual estaba distanciado desde hace algún tiempo, ni siquiera podia recordar desde hace cuanto.
-Cuando salio de aquí no iba a encontrarse con algún amigo o algo que quisiera ir a comprar?.
-No, la señora que les ayuda en la casa va 2 días a la semana con la lista que le hagan ella o sus papás- Dijo otra jovencita.
-Les platico o ustedes saben si tenia algún problema con alguien, alguien que la amenazara o algo así?.
-Pues nada mas el viejo ese que le había regalado un rosa hace mucho, pero nosotras solo lo ignoramos, ni le agarro la rosa ni nada, viejo raro- Dijo una tercera mientras hacia gestos de disgusto al igual que las otras dos niñas.
-Platícame de esa persona, cuando, donde y como fue eso?- El primer indicio, su instinto de cazador se remolineaba en su interior, era mejor tener algo por minimo que pareciera a estar en ceros, después de todo, mientras mas rápido y sencillo fuera su tarea seria mejor para mantener alejado de su cuello a su comandante, aunque el sabia que nunca era así de fácil pero se decía que nada le costaba soñar, la realidad era que su forma de vivir solo le costaba el sueño.
-Fue hace como dos semanas- comenzó la primera -Estábamos saliendo de la escuela y nos fuimos caminando por la calle de la cerrada para ir al cine y se nos acerco un señor todo viejo y barbon que le ofreció a ella una rosa, primero pensamos que era uno de esos vendedores pero vimos que solo tenia una rosa, no el montón que siempre llevan.
-Nada mas tenia una sola flor, ese no era un vendedor, verdad?- interrumpía la tercera a lo que la segunda agrego -Nosotras nada mas nos reímos y nos fuimos ignorándolo, pero no nos burlamos feo, verdad?- Se notaba que se esforzaban en no sentir alguna clase de culpa como si las fuerzas karmicas pudieran tomar represalias ante tal afrenta contra ellas en el futuro.
Las muchachas negaban con la cabeza lentamente mirando al suelo o evitando hacerlo directamente al investigador – Ok, una ultima pregunta. Usted conocen a esta persona o saben si ella lo conocía o alguien que pueda saber su identidad- El detective estaba decido a sacar toda la información que pudiera de ellas ya que imagino que eran menores de edad o a lo mucho recién cumplidos los 18 y no tenia tiempo ni la paciencia para lidiar con abogados o padres de familia que estarían deseosos de compartir su opinión acerca de los cuerpos policíacos y sus estadísticas.
-Muchas gracias, ya tengo sus teléfonos si necesito hacerles mas preguntas me pondré en contacto nuevamente, este es mi numero, si tienen algún detalle que recuerden pueden llamarme- Se dio media vuelta y se fue en encuentro de su compañero sin esperar alguna clase despedida por parte de las jovencitas, podría vivir sin la cortesía de un trió de adolescentes tras el numero de horas de insomnio, no era la primera vez pero a su edad el cuerpo tendia a administrar las funciones en base al agotamiento físico y mental, los modales quedaban en una prioridad selectiva a esas alturas.
-Y las cámaras?.
-Ahí viene el encargado de la tienda imagino.
Tras dar explicación de los hecho al encargado y este les permitiera ver las grabaciones, para su suerte no le sorprendió que de las tres cámaras con las que contaba el negocio solo 2 funcionaran y eran del interior, no podia saber hacia que dirección se había marchado y la persona que le atendió en ese momento fue el encargado, el cual le confeso que no recuerda que dirección tomo al salir del lugar. Punto muerto, pensó.
-Que sigue jefe.
-Vamos a buscar al florero.
-El que?!.
-Te explico en el carro.
-Me prometes que dejaras de gritar y pelear? me refiero a que puedes gritar todo lo que quieras pero solo te vas a lastimar tu garganta, aquí nadie puede escucharte- El estaba sentado frente a ella en una silla esas de oficina inclinado con los codos apoyados en los rodillas y las manos pegando las yemas de los dedos.
Después de mirarlo por unos momentos y meditar sobre su situación si era verdad o no que podían escucharla, de poco serviría si continuaba con la boca silenciada, así que asintió con la cabeza.
-VES?! no te cuesta nada portarte bien, nunca te haría daño ya te lo había dicho.
-Que me va a hacer?- dijo sin levantar la mirada.
Ella no se percato de la severidad de su mirada pero noto el tono de su voz.
-No te voy a hacer ninguna cochinada si es lo que piensas.
-ENTONCES PORQUE ME SECUESTRO?!- le grito mientras enfrentaba su mirada contra la de el, quizá en parte por la furia de la impotencia quizá para tantear eso de que nadie podía escucharla, el no reacciono como alguien que pudiera temer que la escucharan.
-Quería darte una sorpresa, ya te lo había dicho.
-Una que?- Ahora no sabia si estar enojada por lo ridículo de la razón por la que estaba golpeada y amarrada en quien sabe que lugar
-UNA SORPRESA!- Dijo con ánimos renovados mientras se paraba de su silla y se acercaba a una pared que no había notado anteriormente que estaba cubierta con una manta de un azul parecido al de las paredes -Quieres verla?-
Ella no supo que responder, su mente no terminaba de procesar el razonamiento de su carcelero.
-Esto lo hice especialmente para ti- Cuando termino de remover la manta que cubría la mayor parte de la pared y se quito de en medio ella pudo observar con detalle lo que se encontraba detrás y dijo.
-De donde saco esas fotos?.. quien me tomo esas fotos?-
-Es uno de mis pasatiempos- Dijo el mientras inflaba el pecho como un chiquillo orgulloso de enseñarle a su padre llegando de trabajar como acababa de matar al gato de la familia al echarlo a la lavadora sin comprender en que formas y niveles estaba mal, peor aun, como explicárselo sin agárralo a bofetadas o golpes con el cinturón.
A ella le falta algo, pero no sabia que era, algo en su mente no lograba procesar lo que estaba pasando, quizá se había desmayado en la clase de gimnasia en la escuela, una maceta le cayo en la cabeza en la calle, los Santos piadosos, la hubiera golpeado un automóvil y estuviera en coma viviendo una alucinación, prefería cualquiera de esas opciones a la realidad que tenia frente a ella.
-Te gusta?-
-No se que es..-
-Oh bueno, quería una forma de declare ehem.. de declararte mi amor-
-QUE?!- Su cerebro le decía que debía saltar sobre el a su yugular y morderla con todas sus fuerzas hasta desgarrarla sin importar si no lograba salir de donde quiera que estuviera, pero sus extremidades no reaccionaban a sus comandos mentales.
-Déjame explicarte y me entenderás.
Casi dos horas pasaron antes de lograr tener algo mas solido sobre la persona de las flores, por el momento otros agentes estaban interrogando a los papás, interviniendo las lineas telefónicas para grabar en caso de que pidieran rescate, realizando las diligencias en las cuentas bancarias y los tipos de negocio que manejaba el jefe de familia en caso de que se tratara de algún tipo de extorsión de sentido financiero o que el padre estuviera mezclado en tratos turbios, siempre había esa posibilidad, ellos no se dedicaban a eso, se lo dejaban a gente mas despierta y mejor capacitados, ellos dos funcionaban mas como fuerza de choque, patear las calles solía decir el comandante, después de todo uno era un vejestorio esperando algún día jubilarse y el otro pues bueno no es que fuera muy avispado tampoco.
-Entonces le conocen entre los vecinos y negocios?- Pregunto Romeo mientras se metía al coche patrulla
-No de nombre, conocen a quien podría ser un familiar y tenemos su foto, tenemos la colonia posiblemente, esta muy cerca de aquí, si le reconocen aquí y es la colonia correcta seguramente podrán identificarlo fácilmente cerca de su domicilio. Por lo que nos contaron sus hábitos y conducta no pasa desapercibida.
-Mmmhhh.
-Que piensas ya suéltalo.
-Si la encontramos, usted piensa que este con vida aun?.
-No lo se, espero que si, sea para lo que la quiere espero se tome su tiempo y nos de oportunidad de encontrarlos-
-Que se tome su tiempo?…
El inspector de poco mas de 20 años suspiro antes de sostener su mirada -Es mejor que la alternativa no?-
Romeo no dijo nada y se reservo sus pensamientos. Esos temas eran para el y su cura, como solía pensar en esas situaciones delicadas y en su linea de trabajo no era la primera vez y suponía que si nada cambiaba a futuro bien podría no ser la ultima.
-Entonces ya te acordaste de mi verdad, sabia que te acordarías de mi- Su emoción le ruborizaba la cara y casi parecía un chiquillo emocionado.
-Es el señor de las rosas- No podía evitar usar un tono de derrota, lentamente las piezas caían en el rompecabezas, solo que este rompecabezas tenia piezas que no encajaban, piezas que faltaban y lo jugaba en la oscuridad.
-SIIII, ese día te fuiste sin tomarla, pero imagino que te dio pena con tus amigas ahí, verdad? no te preocupes no te culpo yo también fui joven alguna vez, no creas que nací de este tamaño hehehe- Su risa le parecía detestable así como infantil.
Ella no decía nada, así que el continuo.
-Se que no me conoces muy bien, pero yo te conozco bastante bien y con mi edad yo diría que te conozco mejor de lo que tu misma lo haces.
Ella solo lo seguía con la mirada, así el que continuo.
-Te he observado en la escuela, escuchado tus platicas discretamente sin que noten mi presencia, algunas veces hemos cruzado palabras pero quizá no lo recuerdes. Supongo que no se le presta mucha atención al personal de intendencia.
Ella pensaba, otra pieza caía sobre el rompe cabezas, así que el continuo.
-Te he tomado mucho cariño, he escuchado como tus propias amigas se burlan de ti y las tonterías que los chicos hablan de ti a tus espaldas, incluso a alguno le he dado una lección defendiendo tu honor. Nadie podrá cuidarte ni quererte como yo.
Ella no sabia que sus ojos se abrían como platos y sus pupilas se dilataban un poco, algo se rompía dentro de ella solo que no sabia exactamente que era, así que el continuo.
-Le he platicado a mi madre sobre ti, ella esta feliz de que salga con alguien, no puedo romperle el corazón explicándole que aun no somos pareja o como te conocí, por eso decidí dar el siguiente paso pero dada nuestra ultima interacción tenia que controlar la forma en que nos encontráramos, me entiendes?.
No sabia si asentía con la cabeza porque no pudiera hacer otra cosa o mero terror.
-Me gustaría que me dieras la oportunidad de conocer- Algo corto el discurso ensayado varias veces, creyó escuchar algo que se acercaba, un carro quizá, pero eso no era posible, nadie tendria motivos para acercarse, ahí no había nada. Probablemente se trataba de unos «pichones» como el solía llamarlos en buscar de algún lugar aislado y con privacidad, a el le gustaba observarlos lo mas cerca y discretamente que le era posible.
Ella estaba como desconectada de la realidad así que tardo en reaccionar que en efecto era un carro el que se estaba acercando y si no se equivocaba, se estacionaron cerca del pequeño edificio. No estaba equivocada pero reacciono muy tarde para cuando el olor dulzón la asaltaba los sentidos nuevamente, en esta ocasión el no volvería a fallar, baño en el liquido el trapo que uso la primera ocasión. El no volvería a fallar, se asomo por una pequeña sección de una ventana que no estaba cubierta con periódicos, el auto estaba parado pero aun con las luces encendidas y nadie se veia bajar. Quizá se trataba de un par de pichones pero si no era así, tendría que valerse de su habilidad con las palabras si eran alguna clase de policía, cosa que no era la primera ocasión que lo conseguía.
Estaba seguro de que nadie le había visto o seguido, no tenia ninguna clase de arma pues para el evento planeado no lo considero necesario, ahora no estaba del todo seguro, ella dejo de patalear y removerse pero el dejo el paño durante mas tiempo para asegurarse que no tratara de engañarlo y echar todo a perder si alguien llegaba a tocar a la puerta. Cuando estuvo seguro de que estaba inconsciente la cargo y la metió en el gabinete donde se guardarían las cosas de la limpieza, pero que en ese momento solo estaba una cubeta vacía, la volteo con una mano mientras con la otra sostenía lo mejor que podía el cuerpo inerte de su amada, la introdujo al gabinete usando la cubeta como asiento improvisado, si lo que había investigado estaba en lo correcto tendría algunos minutos antes de que ella lograra recuperar la consciencia.
Le dio pena tener que destrozar su collage, su muestra de amor verdadero y único pero la situación lo requería y pensaba que ella lo sabría perdonar por esa falta, tomo también el botiquín y se aseguro de que no había ninguna mancha de sangre ni orina, se daba palmaditas en la espalda por haber utilizado el tapete plástico y no un colchón tradicional. La experiencia es el mejor de los maestros pensó.
-Te digo que debemos avisar al comandante y pedir refuerzos- Insistía Romeo, pero toda indicaba que su jefe inmediato estaba resuelto en su decisión de seguir la pista que arranco la madre de su único sospechoso al momento.
-Si no es quien buscamos les haríamos perder el tiempo a los demás sin mencionar el regaño que nos llevaríamos y si es a quien buscamos le damos oportunidad de hacer lo que quiera en lo que esperamos.
-Que tal que es el que buscamos y esta armado? nos quiebra a los tres y nadie sabe donde seguir el rastro- A estas alturas Romeo se veía nervioso, el jefe sabia que era normal, en sus años de servicio se había visto envuelto en tiroteos reaccionando a la agresión, pero ir a sabiendas que un cañón te puede estar esperando al otro lado de la puerta, bueno, eso es diferente. No le molestaba eso de su subordinado ni lo veía menos por tener un miedo sano y un sentido de auto conservación funcional.
-Solo vamos a interrogarlo, si notamos algo raro o seña de que algo anda mal, lo sometemos, revisamos el lugar y si esta limpio nos retiramos. Si llegara a poner alguna queja, el comandante puede barrerla debajo de la alfombra ya que se trataba de voltear todas las piedras para resolver el caso rápido.
-No se, no me gusta aun así.
-Voy a ir solo o vas a ir conmigo?
-Supongo que no puedo dejarte ir sin tu amuleto de la suerte.
-Así me gusta, todo saldrá bien ya veras- Ese noche nada saldría bien, pero no tenían manera de saberlo.
Termino de acomodar todo lo mejor que se le ocurrió y que pensó que podría decir en caso de que se tratara de la policía si nadie bajaba del auto el tampoco saldría.
Todo cambio cuando vio como las luces se apagaban y las puertas se abrían, eran al menos dos, pero no lograba distinguir alguna clase de uniforme, aun así podían ser policías vestidos de paisanos. Para sus peores miedos, se acercaban mirando de soslayo a los al rededores rumbo a su puerta principal, los perdió de vista. Entonces su corazón se detuvo un momento cuando escucho que golpeaban a su puerta -Todo saldrá bien, no es la primera vez que los engañas, solo contrólate- Se dirigió a la puerta y pregunto quien llamaba.
-Policía, buenas noches, el señor ****** *****? quisiera hacerles algunas preguntas, si pudiera ayudarnos se lo agradeceríamos.
El abrió la puerta solo lo suficiente para que se abarcara completamente su rostro, ellos no hicieron ningún intento por entrar a la fuerza así que se permitió relajarse un poco -Si, soy yo, en que puedo ayudarles?.
El mas viejo de ellos dos tenia la cara y el porte de que estaba muy cansado o fastidiado para estar trabajando a esas horas, imaginaba que los horarios del cuerpo policial eran muy malos, aunque el siempre pensó que pudo ser un excelente policía si se lo hubiera propuesto.
-Su madre nos comento que cuando usted no estaba en el trabajo, se dirigía a su domicilio con ella o aquí en esta propiedad familiar, mire le seré sincero, tenemos el caso de una jovencita que desapareció hace un día, la familia esta muy preocupada y no logramos conectar nada concreto, puede ser que se escapara con el novio, estuviera de parranda con amigos o ande en la playa. A estas alturas estamos extendiendo la investigación lo mas que podemos en caso de que algo se nos escape, estamos indagando con la familia, amigos, maestros y cualquier empleado que pudiera ayudarnos en darnos algún indicio, incluyendo aquellos empleados que ya no laboran actualmente en el colegio como en su caso. -Mientras decía todo esto saco de un bolsillo y le mostró una foto de la desaparecida con su nombre escrito en la parte baja de la foto. No su nombre completo, el segundo nombre y el primer apellido eran visibles mientras que el tapaba la mayor parte del primer nombre con el dedo indice y hacia un dobles en la zona del nombre dificultando todo lo que era posible sin resultar obvio la posibilidad de leerlo adecuadamente y procurando mantener su mirada fija en la del sujeto llamando la atención de su vista hacia la imagen del rostro de la chica.
-Le entiendo, pues si le soy sincero ya tengo varias semanas que no laboro en el colegio, si recuerdo a la niña, era de esas muchachillas conflictivas sabe- Todo esto lo decía con un grado de control y entonación que daría regocijo a cualquier aficionado a los asesinos en serie, por supuesto el no se consideraba pertenecer esa clase de persona.
-Ya veo- Dijo el policía mientras guardaba la foto en su bolsillo – Cuénteme mas por favor, que clase de problemática tenia ella, la acosaban?.
Volteo a ver al policía mas joven y este no parecía particularmente interesado en lo que decía, pareciera que tener prisa como si quisiera estar en algún otro lugar y agrego -Si ya sabe, le hacían chismes a la pobre, se peleaba con los maestros, todos sabían quien era ella y sus problemas, pero si le pregunta a los alumnos y los maestros ellos lo negaran todo rotundamente. Es de esos escuelas donde el prestigio es lo primero si me entiende. Es en parte el motivo por el cual renuncie, muchos chismes y habladurías, un nido de víboras si me lo pregunta, desde los alumnos hasta la directora. Pobre ******, ella siempre tan dulce, no se merecía eso-
El primer nombre, era el correcto. Todo lo que decía lo hacia como si borboteara la verdad absoluta y fuera la persona mas honorable, racional y consecuente en la faz de la tierra, cosa que contrariaba lo que los vecinos y su propia madre podían decir acerca de su personalidad y carácter entre lineas si uno sabia leerlas -PURA MIERDA- solo penso las palabras sin que se reflejaran en su apariencia relajada y bonachona, eso era todo lo que necesitaba como prueba el viejo lobo hasta ese momento, su experiencia le decía que debía cuando menos someterlo mientras revisaban la propiedad y si sus sospechas aumentaban siempre estaban los viejos métodos, en el peor de los casos podía llevarse un buen regaño por parte de los jefes, en el peor de los casos tendría que desembolsar algo de plata para que lo silenciaran o le ayudaran a «moldear» sus ideas si llegaba a ser necesario mientras el se tomaba un café con amigos o compañeros bien a la vista de publico que podrian corroborar tiempo y lugar en particular. Hasta le daria una jugosa propina al camarero muy en contra de sus habitos. No le enorgullecía pero en mas de 20 años de servicio, Dios sabia que no seria la primera vez que solicitaba o proporcionaba ese servicio.
-Amigo puedo usar su baño no me tardo nada, la verdad es que quiero sembrar pero no quiero hacerlo a la intemperie y menos aun sin papel higiénico, paso rápido y nos retiramos, no creo aguantar a la estación y aun tenemos otras diligencias y hacer reportes- Dijo de repente el mas joven. El viejo lobo nunca había estado mas orgulloso de su compañero si es que en alguna ocasión lo ameritó, sabia que ahora el también compartía sus sospechas y esa solicitud seria con pretexto de poder ingresar para realizar una inspección visual. Estaba seguro que su subordinado le patearía la puerta en la cara al tipo en caso de una negativa.
Pero lo que nunca esperarían era que el tipo saldría corriendo al interior lo cual los dejo paralizado unos instantes mientras el se dirigía a un armario mientras le gritaban que se detuviera o abrirían fuego, de puro instinto y años de memoria muscular ingresaron mientras desenfundaban y apuntaban con sus armas, el sospechoso ya estaba a metro y medio de llegar a abrir el armario y no tenían manera de saber si tenia armas en el o no. No estaban dispuesto a descubrirlo. Con disciplina marcial ambos agentes descargaron sus armas una sola ocasión, ya que ambos se consideraban que eran excelentes tiradores y alguna buena razón debía existir para que siguieran cobrando sus sueldos como investigadores y no reducidos a patrulleros a pie, el tipo cayo de frente como un saco de papas contra el mueble ya que el disparo le dio en la espina, se quedaron quietos unos momentos, no escucharon ningún ruido. Cautelosamente se acercaron al cuerpo manteniendo la postura para reanudar el tiroteo ya que no tenían seguridad si estaba vivo o muerto el hasta el momento unicamente sospechoso pero ambos consideraban que esa reacción no era precisamente de una persona inocente o al menos con buen uso de razón.
El cuerpo estaba inclinado hacia el lado izquierdo y su cuerpo contorsionado con la cara pegada al mueble, el cuello torcido y el resto del cuerpo encorvado hasta la cintura y la piernas extendidas en el suelo, no había movimiento y una mancha de sangre comenzaba a formarse en su espalda manchando la camisa que llevaba, era una camisa gruesa pero se podía apreciar fácilmente tal mancha.
Frenéticamente comenzaron a buscar detrás de las cajas y cualquier lugar donde pudiera estar la muchacha, después de manera mas fatídica abrieron las cajas conteniendo en su interior diferentes estilos de cintas adhesivas, instrumental y material para una construccion asi como las cubetas donde solo encontraban pintura completa o casi vacía, todo esto en caso de que el sospechoso hubiera tomado la decisión de «compactar» la humanidad de la desaparecida. No daban con ella, se abrían equivocado? si era así seria necesario limpiar la escena. Uno solo quería dormir y el otro solo deseaba estar lo mas lejos de ahí que fuera posible. Aun no conseguirian sus deseos individuales.
Tomando un descanso y observando al culpable provocarlos en disparar a simple vista solo podían ver una entrada de bala, entonces el mas veterano se preguntaba donde habría dado la segunda bala. Como si escuchara sus pensamientos el mas joven de los dos señalo un pequeño agujero en el aluminio colo gris del mueble. Solo faltaba inspeccionar un lugar, entonces se enfrentaron a la realidad, ahí estaba la niña con un pequeño agujero en la frente arriba del ojo izquierdo y un hilo carmesí brotando de el. Ambos investigadores estaban petrificados sin arriesgarse a respirar de una manera sonora a riesgo que eso súbitamente invocara a los padres de la muchacha, sus jefes, compañeros y la prensa ahí mismo.
-La mataste- Dijo suavemente el elemento mas joven.
-Que?- Respondió el veterano -Como que la mate? si yo le dispare a el- Señalaba al tipo inmóvil -En tal caso tu la mataste-.
-No, yo no fallo mis disparos, no me vas a colgar esto, no creas que no se como trabajas, si caigo vamos a caer los dos.
El viejo lobo no dijo nada por unos momentos mientras meditaba si debía matar a su compañero en ese momento, pero eso solo traería mas problemas, exigiría mas explicaciones y acarrearía nuevas mentiras que sostener. Al final dijo.
-En dado caso los dos la matamos- Ninguno de los podía dejar de mirar a la chica amarrada de pies, manos, amordazada, con un disparo en la cabeza pero Dios no les concedió que el tipo se tomara la molestia de cubrirle los ojos y ahí estaba ella, mirando hacia arriba al vació, a la nada y nunca mas podría ver algo mas. Ahora ella pertenecía a la oscuridad y al olvido.
Si alguno hablaba la vida y la carrera de ambos se acababa, ambos usaban el mismo tipo de arma, calibre y munición, para poder definir quien era el culpable del disparo fallido, seria necesario pasar los proyectiles recuperados de ambos cuerpos por un estudio de balística, lo cual significaba dar muchas explicaciones a distintas personas, alguno de ellos seria inocente del fatal error, pero al final ambos acabarían sepultados, uno mucho mas profundo que el otro pero aun así.
Tomaron los rollos de plástico de burbujas tamaño industrial no sabían si el antiguo dueño le había dado el mismo uso que ellos en este momento y la verdad era que a esas alturas poco les importaba. Bien envueltos y con bastante cinta adhesiva los metieron al carro del sujeto y los llevaron a lo mas profundo del baldío que los rodeaban. No había nada ni nadie mas ahí.
Cavaron lo mas profundo que sus energías y el terreno les permitió y consideraron que era suficiente para ambos cuerpos, los dejaron caer uno después de otro, bajaron y vaciaron los bultos de cemento y cal de una manera considerable para proceder a llenar el agujero. Ya se pondrían de acuerdo sobre que decir y que omitir al regresar en unas horas a la oficina, no era la primera vez que navegaban esas aguas, ya se las arreglarían o eso esperaban. El clásico cuento que la chica se fugaba con el novio que nadie conocía siempre podía pegar y en cuanto a las indagaciones con el exempleado de limpieza simplemente no llegaron a nada fructífero, referente a su madre seria fácil ignorarla o silenciarla de ser necesario, hay historias donde el sospechoso que se da a la fuga después de cometer sus crímenes se comprueben o no, los familiares son objetivos de vendettas, ya se ha escuchado antes. No seria la primera y en esta tierra olvidada de Dios seguramente tampoco la ultima vez.
EPILOGO
La prensa cubrió la noticia como era de esperarse, los padres conteniendo las lagrimas exigiendo resultados a las autoridades y rogándole a su hija que regresara con ellos, que no estarían enojados y solo quieren saber que ella esta bien. Medios amarillistas barajaban la posibilidad de que el padre se manejaba en negocios turbios. Los altos mandos en rueda de prensa comprometiéndose a doblar sus esfuerzos en las investigaciones y solo mencionando parcialmente la linea de investigación en cuanto a un exempleado que en algún momento se considero sospechoso y que pudo interactuar directamente con la desaparecida pero que evadia su captura, sin embargo se estaban explotando todas las lineas de investigación posibles.
La pareja de investigadores dieron su reporte sobre el único sospechoso el cual no lograron ubicarlo, nunca se menciono la propiedad que poseía fuera de la ciudad de poco serviría después del tiempo transcurrido y la cantidad de desinfectante utilizado para limpiar la escena. No retiraron los proyectiles del cuerpo debido al poco tiempo del que disponían en ese momento y solo hablaron del tema una única ocasión cuando acordaron mover los cuerpos de lugar si es que el circulo se iba cerrando. Nunca fue necesario. Como precaución se encargaron de desaparecer los registros balísticos de sus armas así como una docena mas de elementos policiales para intentar pasar desapercibido, alterar las marcas de sus armas siendo el estriado interior del cañón, interior de la recamara, extractor y eyector previniendo futuras comparaciones si llegaban a encontrarse los cuerpos. Nunca encontrarían huellas.
Una madre jubilada con una edad considerable simplemente es ignorada en cuanto pronuncia el nombre de su hijo desaparecido múltiples ocasiones y en diferentes recintos, en otros casos el acta es levantada pero a ningun investigador parece darle importancia, ya sea porque piensan que realmente cometió tales actos y simplemente esta a la fuga, falta de personal, interés o un poco de las anteriores.
Respiraba muy suavemente y sin aparentar vida, sabia que estaba muriendo. A estas alturas ya poco el importaba. El disparo debía haberle afectado de formas que nunca pudo llegar a imaginar y no podía mover los ojos medio cerrados, sabia que estaba inmóvil, quería gritar o mover el cuerpo pero este no reaccionaba a sus comandos mentales por mas desesperadamente que se lo propusiera, su cerebro lo sentía como si hubiera sido arrojado a una licuadora en funcionamiento, estaba obscuro salvo por la luz de una linterna de baja potencia que en ocasiones supervisaba los trabajos que se estaban llevando a cabo, no podía ver hacia arriba pero pudo escuchar el primer golpe seco como de algo pesado golpeando el suelo, después otro que supuso debía su propio peso, también identifico el sonido de la tierra cayendo encima. Se pensaba nuevamente revolviéndose y gritando, pero nada, su rigor continuaba. Al lograr medio distinguir los rasgos de su colega sepulcral su único consuelo fue que acompañaría eternamente a su amor verdadero.
OPINIONES Y COMENTARIOS