Hablábamos de vernos, sin ataduras, como un juego de adultos,
Sin pertenencias, ni compromisos que saldar, simplemente fugaz,
Y si fue así, por un tiempo, hasta que bebimos del mismo café, y por las noches compartíamos la mesa con un par de cervezas, con cualquier pretexto,
Te embriagaste de mí, y yo de ti, pero era un juego, y en un juego el débil pierde…
Ahora tu por tu lado y yo por el mío,
Seguimos jugando a que nunca hubo nada mas que un par de sabanas que compartir y partir antes del amanecer, pero tus ojos y los míos corazón, lo vieron todo, sigamos fingiendo no sentir como dos amantes en silencio.
OPINIONES Y COMENTARIOS