Amor en blanco y negro.

Y qué sabrán ellos del amor si no entienden de perdones. Si no quieren ver errores ni en ellos mismos frente a un espejo.

Y qué sabrán ellos del amor si eligen lo fácil, lo perfecto, desechando lo imperfecto creyéndose que ellos mismos no lo son.

Quizás aquellos que se creen que saben, creerán que tú y yo no sabemos nada en cuanto al amor se refiere. Quizás estén en lo cierto, quizás no.

Pero yo te amo con la misma fuerza con la que el sol irrumpe en la mañana, sin pedir permiso a la noche y proclamándose amanecer.

Te amo con la misma braveza con la que despierta un torbellino, arrasando todo sin perder ni una pizca de belleza. En medio del caos, cuando el miedo afloja y llega la esperanza suplicando por una nueva oportunidad.

Mi manera de amarte no es una carretera sin curvas, es pura adrenalina, pura vida, puro corazón aprendiendo a saberlo usar.

No puedo prometerte una vida idílica, pero sí una real donde haya magia, perdón y la decisión de quedarme a tu lado ante la adversidad.

Que les digan a aquellos que creen que saben, que te he amado cuando creía que no podía hacerlo. Que te he dicho mil veces adiós sin poder cerrar la puerta.

Que nuestro amor destruye barreras, arrasa ríos de condenas y saca a flote cualquier herida que hayamos querido enterrar.

Siempre te amaré de una manera que nadie comprende, con una intensidad que nadie conoce, con un amor que viene de la grandeza de la oscuridad en aquel lugar donde habitan las estrellas.