Aquel día que te vi por vez primera
lo recuerdo como si fuera ayer;
tus grandes ojos, tu cabello despeinado
y ese intento tuyo por parecer serio.
Hubo atracción inmediata,
me pediste mi número y comenzó nuestra historia.
Cantamos, bailamos, nos divertíamos mucho,
me hacías reír con tus ocurrencias,
nunca te cansaste de hablar
y créeme, no hay nadie más seductor que tú.
Tú del sur y yo del centro,
tan diferentes y al mismo tiempo parecidos.
Me gustaste mucho,
te sentí sincero, además de encantador,
me conquistaste con tus besos,
realmente lo pasamos bien.
Con el tiempo tomamos caminos diferentes;
te casaste, me casé.
Sé que estas mejor ahora,
pero recuerda siempre;
fuiste único para mí.
OPINIONES Y COMENTARIOS