Ella era Esa! Esa que le quemaba la piel, con la que podía hablar de cómo funciona la humanidad hasta el amanecer.

Siempre quería verla sensual, era su muñeca favorita.

Con los labios rojos, la falda bien corta y el escote siempre tentando… La que jugaba de ingenua, pensando que ese hombre fantasma era de ella.

Lo que él nunca supo fue que también ella se iba a volar por ahí,a otros brazos que la volvían a armar para él… Le daban todo, pero se aburría y volvía a sus labios.

Discutieron tantas veces con la subvresiva (como le decía), él no entendía que ella no lo quería compartir, que sabía cuándo había estado dejando su energía entre otras piernas.

Hasta que la verdad salió a la luz, ella descubrió el motivo de sus desapariciones los domingos, había vuelto con su ex, con su la apta para presentar a su familia, la que tenía aspecto virginal,la modesta, la sumisa, la mujer de un solo hombre,la martir.

Su mujer indecorosa ni se gastó en luchar en esa batalla, dónde siempre fue conciente que esa relación tenía muchos personajes, solo que nunca se imagino que habría un amor oficial.

Y ella se alejo, sin darse vuelta a mirar atras, sin lamentos sin pensar en el como hubiera sido su vida juntos.

Pero está segura que algunas noches él debe recordar sus cuerpos desnudos sudados en el erotismo desmedido que no volvería a tener con esa mujer insulsa sin calor, sin sudor sin su olor.

Y la subvresiva, como le decía, solo quedó en sus recuerdos que no podrá olvidar jamás.

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