Dios nos hizo dos ojos para contemplar mejor la belleza, disfrutar de los colores para que fueran el medio de expresión del corazón y el alma. Nos hizo dos oídos para disfrutar los sonidos del mundo, las palabras bonitas y para que fueran el camino más eficiente para que lleguen al alma y al corazón. Nos dio dos brazos y dos manos para abrazar, ahuyentar la soledad y agarrarse fuerte a lo que amas y no soltarlo nunca, así la fuerza se nos agote; además ellas son el instrumento con el cual el corazón y el alma tocan y se sienten vivos. Nos dio dos piernas y dos pies para recorrer el mundo y siempre sin importar el camino. Ellas son el comienzo y el final de todo lo que decide emprender el corazón y el alma.

Dios nos hizo dos corazones y dos almas, cuando nacimos él las separó en dos cuerpos para que cuando creciéramos hiciéramos uso de los ojos, los oídos, los brazos y las piernas para encontrar la otra persona que tiene nuestro otro corazón y alma.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS