Quizás parece que lo hago fácil, que decir adiós no me duele, que estoy conforme y tranquila con eso, pero no es asi realmente es todo lo contrario. No lo entenderías , porque ni yo lo comprendo completamente, pero no pretendo que lo hagas. Porque cuando empiezo a querer algo lo aparto, alejo lo que me hace bien, por miedo a que termine mal. Me haces bien, en verdad me gustas pero quizás es por eso mismo que no puedo dejar que te quedes y por eso tomo distancia. Vos ya tenes tu otra mitad, tu amor es de los tiempos de antes, de los que luchan aún cuando ya no hay batallas para ganar, de los que siguen intentando una y mil veces aunque ya no hayan motivos para hacerlo. Y yo, le tengo miedo a volver a sufrir, no quiero quererte y que me dejes en algún momento inesperado. Te quiero entero y para mí, no se compartir lo que me importa, aunque me haga la que sí. Nunca fueron mis intenciones entusiasmarme con lo no correspondido, de hecho ni siquiera quise que me gustara alguien que me haga dudar de mi decisión de permanecer sola. Por eso pefiero que sea así, antes que terminar llorando por algo que pintaba a qué podría funcionar y ser. Me quedo con lo bueno que fuimos, con lo efímero pero intenso que tuvimos, en donde estábamos jugando a algo perfectamente de ensueños. Me quedo con tus infinitas maneras de sonreír, tus incomprendibles miradas, tus plácidos abrazos, el despertar con vos a mi lado, tu ternura de gatito y tu fuerza al sujetar mi mano, con tus pensamientos que me dejaban boquiabierta, con tu abanico de historias de vida, y con tus deleitosos cafés, con como me sentía estando con vos. Me quedo con todo, porque todo fue lindo y lo guardo para mí.
OPINIONES Y COMENTARIOS