Una imagen alberga en mi cabeza,

Una canción resuena con delicadeza,

Rebosa de inquietante belleza,

Me deja atónito, con certeza,

Afirmo que encantarme es su destreza.

Es el único arte para mis sentidos,

El único ritmo que hace que baile,

Causante de estos gozos venidos,

Un dulce aroma que bendice al aire,

Una sirena que pasa en mi inhóspito mar de pensamientos,

El único color que ven estos ojos cegados,

El ángel que me saca de este abismo de lamentos,

La melodía que a mis oídos deja fascinados,

¿Por qué sólo le veo dulzura?

¿Por qué sólo le veo benevolencia pura?

¿Por qué ser hermosa le es tan fácil?

¿Por qué para encantarme es tan ágil?

Su espléndida existencia es por sí misma una virtud,

Llena mi vida con la basta beatitud

Que trazume por tan fino cuerpo, bello y radiante,

Lleno de suerte por cuidar de tan linda alma,

Por tener sembrada, con tanta llama,

A esa rosa brillante, de la que me he hecho amante.

Infunde felicidad en mí,

Dentro de cualquiera

Que su encanto vea.

¿Qué mejor que tenerla aquí

En este mundo? ¿Quién viera

Cuánta inspiración crea?

Yo no tengo idea

Del porqué se me ha regalado el saber de su existencia,

Si ni siquiera me siento merecedor de ver a la más grande eminencia

Que de la beldad más monda sería.

No sé qué le diría

A tan deslumbrante estrella, a ella,

Única caminante en mi cielo oscuro,

Único astro de amor puro.

-¿Podrías quedarte el resto de la noche?- Tal vez.

¿Lo tomaría como invitación o como algo egoísta?

Me sale un diálogo que me resultaría al revés.

-Contigo, tan bella desde ahí, ¡me encanta la vista!-

¿Se alejaría? ¿Se quedaría ahí inocentemente?

¿Se acercaría por el halago? ¿Qué pasaría por su mente?

-¿La noche es cuando reclamas la luz que es tuya?-

Sigo indeciso, ¿llamaré su atención o haré que huya?

El miedo a herirla me deja despavorido,

La voluntad de hacerla feliz me da fuerza y valor.

¿Qué será de mí cuando uno de esos dos se haya ido?

¿Tendré control de mis actos? ¿Haré mi objetivo sin temor?

¿Qué será de ella si cometo un error?

Estaré siempre a su disposición.

A cometer la osadía de herirla,

Yo antes moriría,

Para que no pare su espléndida canción.

-¿Te veré dentro de poco?

No había visto tan gratificante arte barroco-

Diría ya sonrojado, casi asfixiado,

Con los nervios de punta, la sangre hirviendo, deseando que la suerte esté de mi lado,

Con el corazón palpitando con todo su brío, viendo,

Esperando una respuesta honesta que me diga que le he hecho sentir bien,

Que me haga saber que no soy inútil en algo.

Esa repuesta yo busco, mientras me siento así,

Como si estuviera muriendo, enfermo, agonizando, pero no es eso,

Es el sentimiento que aquella lindura me provoca, podría sentir

Con intensidad tal sensación, que se vuelve una delicia; como un beso

Que resguardan sus finos pétalos, esos dulces frutos bermejos;

Me deleito teniendo en mi mente sus reflejos,

Llega un éxtasis, paz, consuelo, cuando está cerca, cuando la veo

Me levanto del suelo para apreciarla una vez más, para sentir libertad.

Yo en la suerte creo,

Si es lo único que me hará sentir de verdad

Su magnificencia, que siempre me alegra,

Que me libera de una visión negra,

Tenebrosa, que me aborrece.

Mi añoranza crece,

Por verla; cuando se va a retirar,

Sólo me queda esperar

Su regreso, siempre en mismo lugar.

Le tengo un regalo, que le he querido dar,

Le he guardado, mi sonrisa, mi vida,

Mi corazón, alma y mente, y mi preferida,

Mi existencia misma.

¿Lo aceptaría con gusto?

¿O por lástima lo tomaría?

¿Le daría un susto?

¿O se maravillaría?

¿Qué le gustaría?

Si tuviese un deseo, sin dudar pediría

Que aquella fuere feliz el resto de eternidad,

Para que ilumine mi vacío con la suavidad

Que tiene su ser, con la comodidad

Que tiene el cosmos al ver

Que la obra más bella existente

Continúa, a mi suerte, resplandeciente.

Con fervor pido una vida eterna

Para poder pronunciar su nombre,

Verla y pensar en ella por siempre,

Contemplar semejante hermosura interna y externa,

Para ofrecerle, sin cansancio, ser su hombre,

Para mostrar y darle el amor que un mortal por ella siente;

Mientras, floto en mis recuerdos,

De cuando carecía de pensamientos cuerdos,

De cuando estaba en una desolación,

En lo profundo de la perdición,

Sin guía, sin instrucciones,

Sin vía, sin intenciones,

Sin nada que haga que un sendero yo vea

Afortunado soy de poder intentar seguir a tan atractiva idea…

Pero… ¿Por qué me pasa de nuevo?…

¿Por qué me siento así? ¿Por qué me regreso?

Otra vez me invade esta ansiedad,

Me doblega esta presión,

Me tortura sin piedad,

Sin ninguna oportunidad

De salir de esta prisión.

¿Por qué? Si la tengo allí,

Si la tengo en frente de mí.

¿Por qué no acaba este dolor?

Si su precencia tan peculiar me exhume mi pasada alegría.

¿Por qué se oscurece todo?¿Su luz mí no vendría?

Si ella le da a mi vista un hermoso color.

¿Por qué me siento solo ahora?

Si aquella maravilla está tan cerca.

¿Qué es esto que supera el bienestar que mi amor me da cuando la adora?

¿Qué es esto que me impide ser feliz al amarla? ¿Por qué esta cosa es tan terca?

¿Por qué pisotea las flores que para ella he plantado?

¡No me deja darle ningún regalo!, ha dejado mi corazón destrozado.

¿Por qué no me deja expresarle mi afecto?

Si no se le debe prohibir a quien más se lo merece.

¿Por qué quiere entorpecer la luz que me irradia su belleza?

Que me dejara en paz sería perfecto.

Se atrofia mi amor, pues siempre crece,

Y esa aberración lo limita en una fortaleza,

Si esto sigue así, ¿creerá que ya no la amo?

¿Que lo prometido era falso?

¿Se entristecerá? ¿Si quiera le importará?

Alguien tan hermosa simepre tendrá a alguien que la amará,

No sé si le preocuparía, ¿le habría importado?

Estas cuestiones me hacen dudar de mi utilidad, mi valor.

¿Mi afecto habrá sido en vano?

¿Habrá sido obsesión y hostigamiento y no amor?

¿Fue un error el intentar expresarme? ¿El intentar tomar su mano?

¿Es esto lo que me trata de decir este sufrimiento?

¿Me azota gritándome que hasta a mí mismo me miento?

¿Qué tan infeliz he de ser para que sea feliz?

¿Cuánto dolor quiere para la presente cicatriz?

¿Por qué no me da la oportunidad de amarla y de hacerla reír?

¿Será que sabe que aquella no quiere nada de mí?

¿Cómo sabe eso? ¿Será cierto?

Ya no sé a dónde ir.

No creo que deba quedarme aquí, pero ningún otro lugar vi.

Espero que sólo sea un sueño, si despierto,

¿La vería? Si así no sería, me sometería a dormir otra vez para hacerlo,

Aquella hada es todo un espectáculo, nobqueiro dejar de verlo.

Pero, ¿regresaría esa aberración? ¿O esa cruel verdad? No sé.

¿Por qué no puedo cambiarlo? ¿Qué es lo que mi ser no ve?

¿Por qué mi vida merece estar agobiada?

¿Por qué no puedo hacer nada?

Me difama, hará que mi cariño llegue distorcionado,

Hará que vea lo que no soy, estaré frustrado,

Así no aceptará mi presente,

Que de mí, es lo más decente:

Compartir mi vida no me es suficiente,

Dársela toda es lo que tengo en mente.

¿Seré la tierra que necesita para que haga su paisaje, un bello horizonte,

Un jardín colorido, un paraíso tal cual ella es?

Sería maravilloso que a mi pésimo destino desmonte.

-¿Podría ser tuyo estés donde estés?-

Le juraría mi amor todo el tiempo, cada momento.

Quisiera ser parte de ella en el ahora y el después.

Anhelo que no desaparezca esto que por ella siento.

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