adiós papá, hola papá biológico

Luego de una gran sesión psicoanalítica en la capital argentina, ahí me encontraba, arriba de un colectivo que me llevaría de regreso a mi pequeña ciudad, la cual detesto con todo mi ser. Estaba sentada en el asiento 17, del lavo de la ventanilla, el asiento a mi lado estaba desocupado; cruzando el pasillo vi lo que nunca tuve y siempre me hubiera gustado tener, algo que no se compra, no se opera, simplemente se desea y se ruega tener, pero pocos son aquellos que osan desea maravilla, el tener un padre.

Todos tenemos un hombre del cual provenimos, el cual dio su esperma, pero muy pocos tienen padre. Alguien que los apoye, que los defiendan… que le demuestren algo llamado amor y respeto…

En el asiento vecino se encontraba un padre de edad mayor, como lo era mi padre biológico, este llevaba a su hija en sus brazos, sus brazos nunca se cansaron de tenerla, aunque ella se moviera de mil maneras en tan solo 2 minutos, después comencé a interpretar como estaba la niña… era libre de moverse como quisiera y su padre la seguía sosteniendo, estaba toda estirada, sin que nada la reprimiera…ahí fue cuando llore, cuando acepte que no tuve un padre, que en realidad lo que tuve fue un padre biológico, alguien que solo puso su esperma, no necesito ningún análisis biológico, somos compatibles en cuanto a sangre pero no es mi padre y jamás lo será, porque se quebró la primer regla: el que me respete como ser, con diferencias físicas e ideológicas.

Así que ahí estaba yo, rodeada de gente durmiendo, algunos roncaban, otros balbuceaban, y yo lloraba. En ese momento también descubrí cual es la diferencia entre un bebé y un adolescente, él bebe no puede llorar ni dos segundos sin hacer ruido en cambio el adolescente puede llorar horas sin que se lo escuche, no buscamos que los demás nos escuchen porque ya no es como cuando éramos apenas nacidos que podían ayudarnos, ahora tememos decir lo que nos sucede porque algunas cosas no tienen solución, como la mía yo no tengo padre y prefiero no considerarlo, porque si fuera así no podría verme ni a mí, pero él me perdió… perdió lo que ningún padre quisiera perder y a él nunca le importo.

Aunque sea duro y difícil, por la propia salud mental y física de uno debe cerrar el círculo, hacía mucho no seguía mi instinto, pero hoy decidí que es mi día para volver… para ser más consciente con lo que respecta a mi propio ser. Hoy me canse de pelear, de intentar arreglar las cosas… hoy lo veo como algo que no funcionó, como un vínculo que no se pudo dar. Hoy comencé mi duelo por mi padre, el cual nunca existió, hago el duelo de aquellas cosas que me hubiera gustado tener, aquel vinculo que no existió.

Sí, tengo un padre biológico, con el cual no me siento identificada en ningún momento ni pensamiento, porque soy libre de pensar lo que quiera, y si para ser su hija debo dejar de ser yo, no lo quiero, prefiero perderlo a él que, a mí, porque al final cuando este agonizando solamente me tendré a mí y a lo que hice, y no pretendo arrepentirme por la vida que lleve.

Al final solo puedo decir gracias por haberme dado su material genético, y hubiera querido que nunca nos hubiéramos conocido…tal vez si no nos hubiéramos conocido me hubieras hecho mejor… y lamento haber pretendido mucho de usted, pretender que sea padre cuando en realidad no lo es… me culpo a mí misma por haberme generado ilusiones acerca de nosotros, le deseo que nunca se dé cuenta del daño que ocasionó para que pueda morir en paz.

-uno sólo es culpable de quedarse donde lo lastiman, no de haber entrado-