Adicto a tu droga.

Acostado en mi cama fría, después de una noche sin dormir, sintiendo como el frío carcome cada uno de mis huesos y como un adicto con el síndrome de abstinencia me veo desesperado por volver a consumir tu droga. Así me siento después de que todos aquellos pensamientos de mi última sobredosis de tu sonrisa tan blanca como la perla más preciosa, tu mirada mas cálida que el sol a plena luz del alba, tus ojos mas serenos que el mar después de una marejada. Al final de mi pensamiento sale de mi ojo una lágrima, y no entiendo ¿Por qué? Si cada vez que te veo lo único que siento es alegría, pero después de tanto pensar me doy cuenta que verdaderamente se me han acabado las fuerzas y recursos para poder conseguir mas a lo menos un gramo de tu droga.

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