A la mas bella de las mujeres.

Amada mía, como no vas a ser mi primer escrito, mis primeras letras, mis primeras palabras, si tú eres mi primer pensamiento, mi primera imagen y mi primera ilusión.

Desde la primera vez que te vi, mis inocentes y perversos ojos observaron en tí, a la mas bella de las creaciones que por azar universal, se presentó ante en mí en esa oscura estación de metro como el mas bello ser de luz que al caminar, no hacia mas que embellecer este maltratado mundo.

Nos saludamos, llegaste tarde y te disculpaste, y esas orgullosas disculpas, fueron totalmente aceptadas por mí de manera casi mecánica, porque en el momento, la vida se me dio vuelta por completo al ver como me observabas fijamente, sin miedo, sin vacilación, con un nerviosismo que sé que tenias pero que ocultabas tan bien que me hacías dudar si yo realmente era una persona segura o solo una sombra reformista ante tu firmeza revolucionaria.

Tomamos el primer tren que vimos, y el largo y ruidoso camino hacia nuestro destino no me hacia mas que observarte, asombrarme y preguntarme porqué tal ángel se me fue aparecido. Nuestras mascarillas obstaculizaban el incondicional deseo de poder escucharte, sentirte, hablarte, hacerte saber que era feliz con tan solo tu presencia. 

Conversamos, nos reímos, y a su vez, ambos anhelábamos ansiosamente poder llegar lo mas pronto a nuestro destino para poder así, sentarnos en esa plaza y que pasara lo que tenia que pasar.

Fue una tarde larga, pero a su vez corta, porque el incesante fluido de nuestras risas y palabras, me hicieron olvidar por completo, el tiempo, el espacio, las personas, todo, solo estabas tú, mujer de mi vida.

Es cierto, aquel día no nos besamos, pero aquella salida la sentí como uno de los tantos besos profundos que nos hemos dado mi amor, porque en ella, se conjugaron las mas pasionales sensaciones en mí con tan solo escucharte y verte, mismas pasiones que evocan tus frutales y airados besos que me dan vida.

Nadie me habría dicho que aquella mujer, aquella valiente brisa soberana, mas tarde, semanas mas tarde, me haría hacer click. 

Mis primeras letras, mis primeras palabras, mi primer articulo, se lo dedico a la primera vez que nos vimos, porque aquella fue la primera vez que conocí a la persona que me haría realimente vivir. La primera vez que una mujer me hizo el amor mental y sentimentalmente.