Al tomar decisiones, pensar que está bien,
Reflexionar la consecuencia de la misma,
Y pensar que, también, está bien,
Luego, acción-ejecución suceden con viva prisa.
Pasado un tiempo, que no percatado,
Sin saber cómo, ni tampoco siquiera cuándo,
La consecuencia anunciada entra en escena,
Y aquella decisión tomada, no parece tan buena.
Reflexionar si fue lo fácil o lo correcto,
Si fue tomada con orgullo o por miedo,
Y advertir cada vez más, defecto tras defecto,
Lo imposible que sería actuar con un retroceso.
Herir a una persona, obligarla a marchar,
Al otro culpar, y mientras tanto victimizar,
Notar que la culpa no es suya, sino tuya,
Y aprender de las decisiones sí tienen secuela.
OPINIONES Y COMENTARIOS