Mi amigo Jesús

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Mi amigo Jesús

Despertando en su cama, de un buen sueño, Leonel, o como yo le digo, Leo, se levantó y así se arrodilló a un costado de su lecho para orar.

Leo es un joven que no se puede confundir con otros, es muy diferente a todos los de su generación, su rostro refleja seguridad y extrañamente madurez, en sus ojos hay un brillo que sólo en pocas personas es posible verlo. En su alma se encuentra el fuego ardiente continuo que lo incita a servir y hacer feliz al que él adora, y lo hace sin ningún tipo de fanatismo ni religión, sino que es un estilo de vida para él, dirigido todo por su mejor amigo Jesús, el hombre que fue más que un carpintero para el mundo, aquél que dijo: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.» y de la misma manera como: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.«.

Bueno, continuando con la historia, Leo después de haber orado, se bañó y se alistó para ir a su trabajo en donde, se halla la chica que le gusta, la bella Salma.

Han sido compañeros de trabajo desde hace ya un tiempo, han salido un par de veces pero, el día de hoy, se presenta la oportunidad de ir al siguiente nivel, si, hablo del noviazgo… para no hacerse las larga, ella dijo que sí y se emocionaron y se dieron un besito, el punto de este relato, no es historia de amor de dos jóvenes, como muchas ya escritas; sino de un amor más profundo del que se pueda dar a una pareja.

En la biblia (el libro favorito del protagonista) no existe eso del noviazgo de hoy en día. En el libro sólo da a conocer que, era pedir a tu chica a la otra familia con la dirección de Dios y ¡pum! matrimonio. Leo sabía que las enseñanzas que a diario recibía de su Creador no eran cosa de juego, para ÉL no es correcto el estar un tiempo con alguien y después con otro, eso es ofensivo.

Cada vez que Leo salía con ella, esto le pesaba mucho en su corazón, y más porque Salma, su novia, no era como él. Ella sólo creía en un ser supremo y esa explicación que dan casi todas las personas, que en mi opinión es una creencia que los libra de tener algún compromiso o una relación con aquél ser o aquella fuerza. Por lo tanto, sutilmente, el Joven, en cada momento dentro de su conversación o en alguna oportunidad, le hablaba de Jesús, pero no como las personas que ocasionalmente nos topamos o las que tocan a nuestra puerta.

SALMA:- No sé cómo arreglar mis problemas con mi papá, creo que se le hace fácil mandarme todo lo que él quiera sin importarle nada de lo que yo esté pasando.

LEONEL:- Ovejita. ¿recuerdas del amigo que te conté?, el que siempre me ha ayudado a todo.

SALMA:- Si.

LEONEL:- Él me ha dicho que nuestros padres son una autoridad que tenemos que respetar, no los podemos juzgar, si queremos juzgar, tenemos que juzgarnos a nosotros mismos. Además, sé que es difícil tu papá, pero no hay nada mejor que nosotros como hijos no compliquemos las cosas. Hay que quererlos y apreciarlos, por el simple hecho de que son nuestros padres. Nuestra actitud les cambiará sus tratos con nosotros.

SALMA:- Jajaja, tu amigo sí que se las sabe de todas, pues, no pierdo nada con internarlo. ¿En dónde me habías dicho que lo conociste?

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Quiero conocerlo

Después de un par de semanas, la joven pareja seguía con su enamoramiento

Y en esta parte, les quiero contar de Salma.

Lo que ha Salma le atraía mucho de su novio, era que, siempre es muy caballeroso, sobrio y a la vez era bastante gracioso. Ella amaba estar con él, y se impresionaba de su personalidad, forma de hablar y ¡claro! no era feo. Siempre pensó que su noviazgo era lo más extraordinario porque, se trataban como amigos, vuelvo a recalcar que Leo era muy sobrio, sí es muy afectuoso pero, siempre recalcó una pauta de un pequeño beso y de un gran abrazo y hasta ahí.

Al ir al cine juntos, nuevamente el tema de Jesús salió.

SALMA:- Siempre me hablas de ÉL, pero ¿por qué nunca me lo has presentado?

LEONEL.- Es que, no lo sé…

SALMA:- ¿Por qué?

LEONEL:- Te voy a decir que conocer a mi amigo implica tener fe, y un corazón sencillo.

SALMA:- ¿Cómo?

LEONEL :- Sí, ÉL dijo ser «Hijo de Dios» y todas sus enseñanzas lo hacen más que un gran maestro o un profeta, o un lunático. Bueno, él vino a sanar a todos los enfermos a restaurar nuestra relación con Dios, el que nos ama.

Dios es más que una estrella o una fuerza o un relato bíblico, tampoco es un anciano enojado o frustrado de la vida en una nube. Jesús es el Señor, todo lo que dijo fue que amáramos a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Lo mejor de él, es que siendo tan rico, nunca fue soberbio, y lo que decía, él lo hacía. Su mensaje siempre fue muy desafiante para muchas personas sumamente religiosas o soberbias.

Él fue sentenciado a muerte por ser quién era, por su identidad y no por algún hecho. ÉL MURIÓ POR NOSOTROS, pagando por nuestros pecados, porque todos nos hemos desviado y creemos lo que queremos, y si tú crees que ÉL ES EL HIJO DE DIOS, ¡Eres salva!, porque somos justificados ante Dios gratuitamente por su gracia…

SALMA:- Espera… ¿qué?, ¿cómo?, y yo que no había conocido quién era Jesús, ¿que pasa conmigo? y ¿cómo le puedes decir amigo a Dios?, con razón todo este tiempo me habías contado de él…

LEONEL:- Todo lo que soy, es por causa de él, conocer a Jesucristo hace que algo dentro de ti se encienda, como un amor incondicional, acompañado del perdón de Dios.

SALMA: – ¿por qué perdón? yo he sido buena.

LEONEL:- Todos, pero, ante Dios, las cosas buenas que hemos hecho no alcanzan para ser dignos de él. ¿Cómo podemos agradar a alguien que siempre ignoramos? No hay manera de llegar a ÉL sino es mediante Jesús, porque

Si tú crees en él tienes vida eterna, tu fe va ser acompañada de buenas obras. No es nada decir yo creo en Dios si no le crees a Dios.

SALMA:- Pero entonces, si lo voy a seguir, necesito comprometerme con él ¿no?

Leo asintió con una sonrisa.

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Ahora también es mi amigo

Un mes después Leo y Salma ya no eran novios, obviamente se dieron un tiempo por las razones bíblicas que les había dicho.

Salma, además de comenzar un nuevo estilo de vida, tenía un nuevo amigo, sí, ustedes ya saben a quién me refiero.

Hay algo que no les puedo contar… realmente no sé si se vayan a casar o si van a volver a ser novios, pero, con certeza les digo que, Salma ahora se siente plena, hay un brillo en sus ojos que en muy pocas personas se puede ver, es muy diferente a sus amigas y compañeras de trabajo, siempre está sonriente, aún en medio de los problemas, lo que en ella se puede percibir es mucho amor, paciencia y extrañamente madurez.

JULIA (Amiga de Salma):- Oye ¿qué te pasó? te he notado muy cambiada.

SALMA:- Es por mi nuevo amigo Jesús.

JULIA:- ¿Jesús? y ¿Quién es él?