La noche de Joan

Si los días dejaran de existir sería genial ¿no?

Puesto que estos transcurren muy rápido a veces parece casi imposible que hayas vivido cada segundo de tu vida en ellos. Sí, un día es lunes y cuando menos lo piensas ¡PUM! Es domingo por la noche y bueno sabes que te tienes que levantar al día siguiente a trabajar. Pero obviemos esto último, hoy era domingo, exactamente las 8:00 pm.

¿Qué pasaba a esa hora los domingos?

Pues ademas de la maratón de novelas repetitivas que seguramente le encantan a tu madre, también esa misma noche transcurría la despedida de Joan. Un hombre que le decía adiós a la empresa que había laborado por más de 10 años.

Claro contar dicha experiencia me tomaría un momento muy largo, así que lo dejo para otro día.

Es así que en este preciso momento Joan se encuentra un poco nervioso, no es que se estuviese jubilando, sigue siendo joven, pero le da un adiós a su primer encuentro con el mundo adulto, esa empresa que vio su curriculum y decidió que Joan era apto para ser uno de ellos, su segunda familia, y donde encontró un amor platónico.

Oh sí…

Joan esa noche tendría sexo, no cualquier aventura de una noche, sino una aventura de amantes que perduro mucho tiempo y estaba eclosionando en ese momento. Para su edad muchas personas ya estarían casadas y con hijos, pero a pesar de que Joan tenía una novia nunca quiso realmente un compromiso. Eso tal vez se debía a la persona con la que compartiría la cama de ese domingo.

Los ojos de Joan se encontraron fugazmente con los de esa persona, una sonrisa tonta se dibujo en su cara, sí, Joan es un tonto enamorado, por ello las acciones y expresiones son sosas y algo tontas. Pero eso no es raro en una persona enamorada, lo raro es que nunca pudo demostrarlo abiertamente,

Pero…¿Cómo?…

Joan salió a fumar.

Solo pensar en que no había dicho las palabras más liberadoras, que no las iba a pronunciar nunca y que esa noche de ese día sería monótona, lleno a Joan de culpa y remordimiento.

Tal vez callar era lo mejor.

Pero y ¿si no…?

Al final solo aquel ser superior podría juzgarlo ¿no?

Aquella persona tenía hijos y familia, Joan lo sabía, también estaba consciente de que él sería una aventura.

A veces Joan se preguntaba si el amor podía extinguirse realmente, si el hilo rojo se puede cortar, si el corazón se puede desechar…pero si eso se pudiese entonces todo el mundo fuese un recipiente vacío sin nada que entregar, y eso simplemente es aburrido. A veces Joan quería estar solo, en otras ocasiones quería estar acompañado, pero en ese momento, quería ir adormir, dejar a la soledad y al mundo de un lado y dejarse llevar por la canciones de OTP’s que producía su móvil.

Una aventura… los oleajes no hablan de ello, ni el cielo, si quiera las hojas en blanco… calo el cigarro casi tragando aquel humo… pero de la boca del hombre puede salir esa palabra tan grave…y luego lo exhalo.

Era miedo.

Y claramente también era obvio…los días que pasaron, las horas y segundos… si le preguntasen a Joan cual fue su mejor noche, él respondería casualmente riendo risueño.

«Es un secreto».