Perla de colores que adornan la noche,
mujer menguante que se oculta,
con el paso de las nubes.
Te vistes de gala para iluminar,
Aquello que añora tu luz.
Eres fertilidad, inmortalidad,
eres el pequeño paso para el hombre,
y un gran salto para humanidad.
Tú, que le dedicas poemas al sol,
De esos que se recitan entre besos,
en medio de un eclipse y mediante silencios,
aquellos que duran entre dos a siete minutos,
que solo sucede cada doscientos años.
Tienes muchos nombres,
luna de nieve, luna de fresa,
luna del ciervo y hasta luna de queso,
pero para mí eres un cisne en el mar de la oscuridad.
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