Imagina el silencio,

imagina el sonido de las olas que vienen de mar adentro.
Imagina que puedes detener el tiempo, o retroceder.

Imagina que el mundo se detiene cuando quieres
con solo darle a un botón.
Imagina que retrocedes y revives de nuevo ese momento,
sí, ese, en el que estás pensando.

Imagina que estás con él y reís a carcajadas
y volvéis a sentir lo mismo que entonces,
cuando la risa se convierte en sonrisa
que suspira mirando a los ojos, y os entra miedo
porque es recíproco y lo sabéis sin decirlo.

Imagina que cruzas la calle y suena el teléfono,
imagina que estás lejos y se acuerda de ti como tú de él,
y no se lo calla.
Imagina que lo sabes
aunque se lo calle.

Imagina que avanzas al futuro y lo que ves no te gusta.
Imagina que puedes cambiarlo y no haces nada.
Imagina que mañana es tarde.

Imagina que un día todo cambia, que la gente no es la misma y tú tampoco.
Que él te da la mano al cruzar la calle y por las mañanas te sonríe cuando abres los ojos.

Imagina que sale el sol y camináis sin prisa por la playa,
que es la misma de ayer pero diferente a la de mañana.

Imagina que ríes, que bailas, que en las olas te sumerges desnuda
mientras cantas y nadie te ve.

Imagina que sí haces algo para cambiar el mañana que ves y no te gusta.
Imagina que te caes y te levantas.

Imagina que pierdes la noción del tiempo a su lado
y aún sabiendo que vas a estrellarte te arriesgas.

Imagina que no te estrellas, que el riesgo valió la pena, y también la alegría.
Que sientes de nuevo su perfume y éste te acompaña toda la vida.

Imagina que no estás durmiendo y que estás viva.

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