Visita de la tarde

Quería decirte que me vine a la cama.

Que se me apareció la sensación de la tarde,

esa que me vino cuando

mi lengua pasó por mi mano para tocarte,

tan suave y durito.

Y para no quedar en ausencia, mis pesones

dijeron presente endureciéndose con rabia

como cuando tuvieron su toqueteo loco y vibraron.

Y antes de dejarte ahora,

quiero morder el lóbulo de tu oreja,

suave, tibia, carnosa…

Lilia Sandoval

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