Moriré,
moriré sin conseguir
que tus espinas se hagan mi flor.
moriré sin encontrar
el por qué de mi soledad.
Moriré sin un último vals,
sin volver a coger tu mano
para sacarte a bailar.
Moriré sin volver
a sentir tus labios en mí,
que musitando
pedíanme que les perdonara.
Moriré viendo como
tu corazón
se marchitaba
como si de una flor
se tratara.
Morí desde el día
en el que pusiste fin
a mi felicidad,
para dársela a otro
sueño por cumplir.
Moriré,
pero no sufras por mí;
siempre estaré junto a ti.
.
.
OPINIONES Y COMENTARIOS