«⁃ Me siento como una esclava. Mejor dicho, soy una esclava.

⁃ No queda otra. Todos lo somos.»

¿Por qué ese «no queda otra»?
¿Por qué no nos animamos a cambiar la ideología que nos impusieron desde la cuna?

Me hicieron creer que hay que estudiar muy duro, tener muchos dieces y lograr ser abanderado.
Me hicieron creer que hay que seguir una carrera, recibirse y ejercerla.
Me hicieron creer que hay que formar una familia, ser fiel sin importar los medios y recrear el círculo para los progenitores.
Me hicieron creer que no existe otra vida, y que si intentas tener una diferente a la dicha, no sos digno de conseguirla.

Me hicieron creer que está mal maquillarse si no sos mujer.
También que hay un manual que explica cómo vestirse según el peso que cada uno lleva.
Eso de dejar de ser uno mismo por miedo o para complacer a la gente, también me lo enseñaron.
Yo lo aprendí, pero hubo algo que me hizo pensar diferente, debe ser porque mi cerebro funciona de un manera extraña al resto.

Y es que no quiero ser títere de enseñanzas.
Quiero crear las mías propias.
Me estoy enseñando que existe otra vida.
Nuevas maneras de vivir.
Otra forma de existir.

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