¿Cómo puede ser malo el fútbol?

¿Cómo puede ser malo el fútbol?

Décadas y décadas han pasado desde que la pelota rodó, desde que se dió inicio al que ha sido el centro de una discordia a veces sin sentido. Como todo en la vida no es una moneda de oro, a unos les gusta a otros no, a unos apasiona a otros no, a unos les repugna y a otros los enamora, a unos los aburre a otros los divierte, a unos les es indiferente y a otros nos robó el corazón, la razón y los días.

Ha sido la disculpa de los de un lado y los de otro para estigmatizar a los protagonistas, cuando la protagonista principal, no tiene la menor idea de porque es bueno o es malo, esa protagonista, es la Pelota. Las clases más altas y nobles poseedoras de intelecto, estilo y la verdad absoluta (eso creen ellos) , han dicho que el futbol es la representación perfecta de como los negros, los patasucias, los marginales, los brutos, los ignorantes, los pobres, los olvidados, se cosen a patadas en una danza tribal de lo más absurdo y pintoresco, en donde la locura los invade por un resultado efímero que no les da un mango para comer, y la gente, de la misma característica de los jugadores, los apoyan en un circo de pobres trogloditas fanáticos enajenados por tan peculiar “deporte” (nada que ver con los deportes de los grandes caballeros llenos de estilo y garbo que practican las clases más privilegiadas e inteligentes…)

Del otro lado, están los que aseguran que el futbol es la herramienta que utilizan los grandes mercaderes capitalistas salvajes para embrutecer a la gente, utilizando a los negros, los patasucias, los marginales, los brutos, los ignorantes, los pobres, los olvidados, que se cosen a patadas en una danza tribal de lo más absurdo y pintoresco, en donde la locura los invade por un resultado efímero que no les da un mango para comer, y la gente, de la misma característica de los jugadores, los apoyan en un circo de pobres trogloditas fanáticos enajenados por tan peculiar “deporte” que explota y se aprovecha del pueblo para ganar y ganar dinero.

Yo no le doy la razón a ninguno de los dos, porque ninguno de los dos extremos me gusta. No me gustan estas posturas denigrantes y me declaro en rebeldía y me exilio solito a una isla donde expongo lo que pienso de algo que para mí no puede ser malo. Pero es que como puede ser malo, como puede ser malo el fútbol…

Cómo puede ser malo reunirte con tus amigos en el barrio y salir a jugar en el potrero hasta que el cuerpo aguante, solo por el placer de jugar…

Cómo puede ser malo recibir tu primer balón en una navidad y estrenarlo en cualquier calle en un partido a media noche con los compinches de la cuadra…

Cómo puede ser malo jugar bajo la lluvia sin importar el barro, el agua, los regaños de tus viejos y el posible resfriado, únicamente por disfrutar el juego…

Cómo puede ser malo hacerte hincha de un equipo, de cualquier equipo, que te roba el corazón, las lágrimas, las sonrisas y los anhelos…

Cómo puede ser malo unir a un país en torno a una Selección, cualquier selección, y olvidar por lo menos por un rato lo malo que nos rodea y las diferencias que nos separan…

Como puede ser malo que el club del que eres hincha gane la Libertadores y te sientas orgulloso de sus hermosos colores, y lo celebres como si no hubiera un mañana…

Como puede ser malo llevar a la cancha a tu hijo o hija para que empiece a dar sus primeras patadas a la pelota, para que se enamore para toda la vida de ella, igual que lo hiciste vos…

Cómo puede ser malo celebrar un gol de tu equipo en el 90´cuando ya todo se veía perdido y se terminó logrando una hazaña…

Cómo puede ser malo volver a una Copa del Mundo después de muchos años de tristezas y desilusiones, poder escuchar el himno de tu país y gritarlo con la garganta a pleno, con el corazón, no importa si es en el estadio o a miles de kilómetros parado frente al televisor o escuchando la radio…

Cómo puede ser malo ganar el ascenso después de muchos años de dolor y esfuerzo, y celebrarlo con los hinchas, los jugadores, hasta los directivos (que a veces son medio hijos de puta…) todos unidos en un regocijo y un delirio colectivo…

Cómo puede ser malo jugar los torneos del barrio, los de la calle, los amateur, al lado de los amigos que te bancan siempre a pesar de las canas y los kilos, a pesar de los problemas y las carencias, al lado del cañón por el amor a la pelota…

Cómo puede ser malo que el abuelo, el hijo y el nieto salgan juntos a la cancha a alentar a su amor eterno, el que pasó por herencia y el que nunca se marchitará a pesar de los años…

Cómo puede ser malo unirte en la desgracia sin importar los colores, para ser solidarios y ofrecer un abrazo y una palabra de aliento…

Cómo puede ser malo gambetear a la pobreza para darle a tu familia una mejor vida gracias al talento que el Universo te dió para jugar a la pelota…

Cómo puede ser malo alistarle a tu hijo sus primeros botines y llevarlo a su primer partido, darle los consejos que a vos te dieron alguna vez y alentarle sin importar lo que pase en el tablero…

Como puede ser malo el juego que saca a flote las emociones más hermosas, las proezas más increíbles, las historias más perdurables, los sueños más alcanzables, las tardes más inolvidables, las noches más memorables, los amores más eternos y las glorias más imborrables…

¿Cómo, amigo?… ¿Cómo puede ser malo el fútbol?

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