Si según la física cuántica la realidad es un concepto sutil, que se define en la medida que interactúa.

Cuando nos detenemos a examinar el entorno, la realidad asoma, cambiando y transformándose constantemente con cada interacción. Es a la vez esquiva y maleable, y se define a medida que la observamos. Por lo tanto, es inevitable pensar que el observador está por encima de la realidad, no es parte de la misma. Quizás hemos encontrado a dios sin darnos cuenta….

Me pregunto, de igual forma, qué pasa cuando somos observados. Me animo a apostar a que la producción mental, el pensamiento, está por encima de esta realidad que se deja alterar tan simplemente. ¿Ante nosotros…dios?

La conexión mente – realidad es a través de los sentidos. Cuanto más me abstraigo de los sentidos, más me desconecto de la realidad. Soy más mente, menos cuerpo.

Siempre se puede elegir caminos equivocados, algunos a partir de un análisis similar a este, desarrollan especulaciones negociables, pseudocientíficas, motivacionales, como la ley de la atracción.

Quizás ya podemos responder algunas preguntas clásicas, ¿de dónde venimos? ¿a qué vinimos? Bueno, no vinimos ni vamos, estamos creando la realidad, hoy es esta, ayer será otra, y mañana, fue innecesario crearlo. Y colocaremos un cartel en la entrada de nuestro universo, no molestar, estamos creando. Nuestro paraíso es mañana.

Etiquetas: cuántica

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