Cuando vamos avanzando por el camino que hemos elegido hacia los más altos sueños que deseamos, inevitablemente vamos a tener momentos buenos y malos, es la ley de la vida. Son buenos momentos los de alegría y euforia que sientes que puedes hacer lo que sea, como que tienes el mundo a tus pies y avanzar de manera rápida por el camino deseado. En cambio, en los malos momentos, donde es posible quedar atrapados, son normales que nos pasen, o que pierdas el tiempo y la energía en pequeñeces que no te ayudan para alcanzar tus metas
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